4 de diciembre – Jamboree Jazz Club, Barcelona
Entradas desde 19 €
El mítico sótano del Jamboree Jazz Club se convertirá el próximo 4 de diciembre en una cápsula del tiempo que nos llevará de vuelta a la edad dorada del soul. Un lugar donde los acordes de Otis Redding, Aretha Franklin, Marvin Gaye o Etta James volverán a sonar con la misma intensidad con la que nacieron: desde el corazón.
The Jazz Room: Tributo al Soul no es solo un concierto. Es una experiencia sensorial y emocional que rinde homenaje a las voces que enseñaron al mundo que la música podía ser una plegaria, un grito y una caricia al mismo tiempo.
Reserva aquí tus entradas y prepárate para una noche donde la piel se eriza y el alma baila.
Un club con historia y alma
El Jamboree, en plena Plaça Reial de Barcelona, es uno de esos templos donde el jazz se mezcla con el olor a madera, whisky y leyenda. Por su pequeño escenario han pasado gigantes de todos los tiempos. Y esta vez, ese mismo escenario acogerá una sesión que promete transportarte al Memphis de los años 60 o al Harlem más vibrante, sin salir de la Ciudad Condal.
Músicos de primer nivel reinterpretarán clásicos que todos llevamos tatuados en la memoria: desde A Change Is Gonna Come hasta Respect, pasando por I Heard It Through the Grapevine.
Una banda con alma y una voz que rasga el aire para recordarte por qué el soul no se escucha: se siente.
Mira el adelanto del espectáculo aquí:
Una cita para quienes aman la música con piel
Este tributo no se conforma con sonar bien: quiere emocionar, y lo consigue. Desde la primera nota, el público se encuentra atrapado en un viaje que atraviesa décadas, géneros y emociones. Una noche de esas que acaban tarde, con sonrisa en la cara y un pensamiento claro: “Ojalá durase un poco más”.
Desde solo 19 €, es una de esas oportunidades que aparecen en el calendario y hay que marcar en rojo.
Haz tu reserva ya y siente el soul en directo.
The Jazz Room: Tributo al Soul
4 de diciembre de 2025
Jamboree Jazz Club – Barcelona
Entradas desde 19 €
Una experiencia que no se cuenta, se vive.