La Consejería de Medio Rural y Política Agraria ha aprobado una ayuda extraordinaria de 568.365 euros para paliar los daños sufridos en las cosechas de faba asturiana y verdina durante la campaña 2024-2025, tras los fenómenos meteorológicos adversos que marcaron la primavera pasada. En total, 115 agricultores se beneficiarán de esta medida, repartidos entre 90 explotaciones de faba y 25 de verdina.
Compensaciones por hectárea
El apoyo económico se concreta en 2.200 euros por hectárea en el caso de la faba asturiana y 2.000 euros por hectárea para la verdina. Estas ayudas buscan compensar, al menos en parte, las pérdidas ocasionadas por las intensas lluvias registradas en la primavera de 2024, que favorecieron la proliferación de hongos y enfermedades en los cultivos. La falta de viento y la elevada humedad agravaron la situación hasta reducir la producción en torno a un 60% respecto a campañas anteriores.
La resolución y el estado de los pagos pueden consultarse en el tablón de anuncios de la web del Principado.
La PAC incluye por primera vez a la faba y la verdina
Una de las principales novedades de este año es que la Política Agraria Común (PAC) de 2025 incluye por primera vez una línea de apoyo específica para la faba asturiana con Indicación Geográfica Protegida (IGP) y la verdina con marca de garantía. Se trata de una ayuda destinada a recursos genéticos vegetales, ya que son cultivos adaptados al entorno local y que se busca preservar.
Esta línea aporta 635 euros por hectárea y año durante cinco ejercicios consecutivos y es compatible con otras ayudas de la PAC, como las directas o las de producción ecológica.
En la primera convocatoria han participado 50 productores, que han solicitado apoyo para una superficie total de 143 hectáreas, con una media de 2,8 hectáreas por explotación.
Relevo generacional en el campo
El Principado también ha tenido en cuenta las particularidades de estos cultivos en el programa “Incorpórate al agro”, que permite acceder a ayudas incluso cuando la actividad agrícola se compatibiliza con otros trabajos. El objetivo es diversificar ingresos y facilitar el relevo generacional en el campo, una de las grandes asignaturas pendientes para garantizar el futuro del sector.
Un año negro para la faba y la verdina
El exceso de lluvias de la primavera pasada quedará marcado en la memoria de los productores. Los encharcamientos, la debilidad de las plantas y la proliferación de hongos arruinaron buena parte de las cosechas, hasta provocar una de las peores campañas de los últimos años.
