El presidente del Principado recibe al Real Oviedo tras su épico regreso a Primera División 24 años después y destaca su valor simbólico para una tierra que “necesita creérselo más”
El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha abierto en la jornada de ayer las puertas de la sede de Presidencia al equipo, cuerpo técnico y directiva del Real Oviedo, protagonistas del ascenso histórico que ha devuelto al club azul a la élite del fútbol español 24 años después.
Acompañado por la consejera de Cultura, Política Llingüística y Deporte, Vanessa Gutiérrez, Barbón ha ofrecido una emotiva recepción institucional en nombre de todo el pueblo asturiano, subrayando que “el de ayer fue un partido duro y un día histórico. Después de una travesía del desierto durísima, el Real Oviedo vuelve a Primera”.
“Doy voz a la mayoría de Asturias cuando les doy la enhorabuena”
El presidente ha puesto en valor la fe inquebrantable de la afición oviedista, a la que ha calificado de ejemplo de resiliencia y lealtad incondicional:
“Han mantenido la esperanza en momentos muy complicados, han luchado y han resistido. De verdad lo creo: doy voz a la mayoría de la ciudadanía de Asturias cuando les doy la enhorabuena”.
Pero más allá del logro deportivo, Barbón ha querido trascender el marcador para destacar el impacto anímico que supone para toda la región:
“Si algo nos falta en Asturias es autoestima. Y este ascenso es un chute de autoestima para todo el pueblo asturiano”.
Un ascenso que es mucho más que fútbol
El regreso del Real Oviedo a la máxima categoría no solo supone un hito para sus seguidores, sino que reactiva el orgullo colectivo de una comunidad que llevaba décadas esperando este momento. “No es solo fútbol. Es identidad, es historia, es futuro”, ha afirmado Barbón.
El encuentro en Presidencia ha sido el primero de muchos homenajes previstos. Asturias celebra hoy no solo la victoria de un equipo, sino la de toda una región que vuelve a soñar a lo grande.