El ataque ha desencadenado una respuesta global de condena, amenaza con escalar en Oriente Medio y pone al mundo en tensión: “Estamos más cerca que nunca de una guerra de gran escala”
• Las fuerzas estadounidenses han destruido tres centros de enriquecimiento iraní con misiles Tomahawk y bombarderos B-2
• Irán promete represalias “a gran escala” y lanza misiles sobre Israel mientras el mundo contiene la respiración
• Estados Unidos presiona a sus aliados para que aceleren la inversión en defensa: “Ya no es una advertencia, es una necesidad”
El mundo ha cambiado en las últimas 24 horas. Y no necesariamente para mejor. Estados Unidos ha llevado a cabo una operación militar directa contra instalaciones nucleares de Irán, atacando los centros de Fordow, Natanz y Esfahan con misiles de alta precisión y aviones furtivos. La acción, coordinada con inteligencia israelí, ha sido calificada por el presidente Trump como “una operación quirúrgica para impedir una catástrofe mayor”.
Pero la respuesta de Teherán no se ha hecho esperar. Irán ha prometido represalias y ya ha lanzado varios misiles contra territorio israelí, según fuentes del gobierno hebreo. El equilibrio regional, ya de por sí delicado, se tambalea. Varios analistas militares y diplomáticos coinciden: estamos entrando en un punto de no retorno.
El ataque que sacudió el tablero
La ofensiva comenzó de madrugada. A través de bombarderos B-2 Spirit y misiles Tomahawk lanzados desde buques en el Golfo Pérsico, EE. UU. impactó con precisión en tres instalaciones nucleares subterráneas. Las armas empleadas son conocidas por su capacidad de penetrar búnkeres reforzados.
Trump no ha disimulado su satisfacción:
“El mensaje es claro. O hacen la paz o habrá consecuencias. No permitiremos un Irán nuclear.”
Pero no todos comparten el entusiasmo. Rusia y China han condenado la operación. Europa pide contención. Naciones Unidas ha convocado una reunión urgente del Consejo de Seguridad. Y en las calles de Teherán, se habla de guerra.
Irán responde: misiles sobre Israel y amenaza de guerra asimétrica
El líder supremo iraní, Alí Jamenei, ha calificado el bombardeo como “un acto de agresión que no quedará impune”. En las últimas horas, se han registrado impactos de misiles en territorio israelí, aunque las defensas del sistema Cúpula de Hierro han interceptado la mayoría.
La Guardia Revolucionaria iraní ha activado a sus fuerzas en la región. Y sus grupos aliados —Hezbolá en Líbano, hutíes en Yemen, milicias chiíes en Irak y Siria— han comenzado a movilizarse.
“Si Irán no responde, pierde legitimidad. Pero si responde con toda su fuerza, nos arriesgamos a un conflicto regional con implicaciones globales.”
— Análisis del Middle East Institute
¿Qué ocurre con el programa nuclear iraní?
Según fuentes militares estadounidenses, la operación ha “neutralizado” temporalmente la capacidad de enriquecimiento de uranio de Irán. Pero los expertos advierten:
“El conocimiento ya no se puede bombardear. Solo se ha ganado tiempo. No hay marcha atrás sin diplomacia.”
Irán aún conserva capacidad para reconstruir parte de su programa. Pero tras este ataque, el riesgo de una radicalización completa es más alto que nunca.
La tensión mundial se multiplica: ¿una nueva guerra global?
Varios analistas coinciden: no estamos aún ante la Tercera Guerra Mundial, pero nos acercamos peligrosamente a una guerra en múltiples frentes.
Estados Unidos ha enviado mensajes a sus aliados instándolos a aumentar inmediatamente el gasto en defensa y la preparación logística, especialmente en Europa del Este, el Indo-Pacífico y Oriente Medio.
“Ya no es un aviso: ahora sabemos que necesitaremos estar preparados.”
— Departamento de Defensa de EE. UU.
El secretario general de la OTAN ha convocado una reunión extraordinaria. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha hablado de una “crisis sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial”. España, Alemania e Italia han pedido contención pero también refuerzan su vigilancia.
¿Por qué este ataque ahora?
Estados Unidos alega que había indicios “inminentes” de que Irán estaba a semanas de alcanzar capacidad nuclear militar. Sin embargo, diplomáticos europeos sostienen que las conversaciones indirectas estaban en curso y que este ataque ha dinamitado cualquier vía de acuerdo.
En realidad, este ataque parece responder a tres claves:
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Electoral: Trump se enfrenta a un año electoral duro. Un éxito militar puede reforzar su imagen.
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Geopolítica de la disuasión: enviar un mensaje a China, Rusia y Corea del Norte.
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Redistribución estratégica: Estados Unidos quiere consolidar su hegemonía en un momento de máximo cuestionamiento internacional.
¿Y ahora qué?
Lo más probable:
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Más ataques entre Irán e Israel.
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Activación de milicias proiraníes.
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Un nuevo ciclo de sanciones y represalias económicas.
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Un repunte brutal del precio del petróleo.
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Una carrera armamentística regional sin precedentes.
El mundo asiste en directo a un cambio de era. Y aunque todavía podemos evitar la guerra global, ya nadie puede asegurar que no estemos empezando una nueva.
“Hemos pasado de un mundo inestable a un mundo imprevisible. Y eso es mucho más peligroso.”