El patrón del Universidad de Oviedo–Grupo Isastur revalida el título en una jornada marcada por el cielo cubierto y condiciones estables. Espumeru y GS1 completan el podio en una de las citas más emblemáticas del calendario náutico gijonés.
La vela asturiana vivió este domingo una nueva jornada de emoción y pericia en la travesía en solitario y a dos del Real Club Astur de Regatas (RCAR), una de las pruebas más esperadas por los amantes del mar en el calendario deportivo gijonés. En esta edición, el protagonismo volvió a recaer en un nombre ya habitual en lo más alto del podio: Roberto Álvarez Bucetas, al timón del Universidad de Oviedo–Grupo Isastur, logró revalidar el título conquistado el año pasado.
El recorrido costero, con salida y llegada frente al club, llevó a la flota hacia el este en un trayecto de 8,26 millas náuticas, bajo unas condiciones favorables: viento del nordeste de 8 nudos, mar llana y cielo cubierto. Un marco ideal para una travesía táctica, donde cada maniobra cuenta.
Una victoria trabajada hasta el último minuto
Álvarez Bucetas firmó una regata impecable, marcando un tiempo corregido de 1h 38m 29s, suficiente para mantenerse al frente de una flota muy competitiva. Le siguió muy de cerca el Espumeru, de la Escuela Superior de Marina Civil, patroneado por Alberto Tablón, que cruzó la línea con apenas 1 minuto y 15 segundos de diferencia respecto al ganador.
En tercera posición se clasificó el GS1, de Fernando Alonso, que fue el primero en cruzar la meta en tiempo real, pero que, una vez aplicado el tiempo compensado, quedó a 2 minutos y 16 segundos del primer puesto.
El viento frustra la jornada del sábado
No corrió la misma suerte la jornada previa, el sábado, cuando el Trofeo de Verano de Snipe se vio afectado por una meteorología caprichosa. La baja intensidad del viento, sumada a continuos cambios de dirección, obligó al comité de regatas a cancelar la prueba tras dos horas de espera en el agua.
Espíritu competitivo y camaradería en el RCAR
La travesía en solitario y a dos es una de esas competiciones donde se pone a prueba tanto la técnica como la resistencia de los regatistas. A diferencia de las regatas multitudinarias, estas pruebas más íntimas exigen una concentración absoluta, coordinación precisa y profundo conocimiento del mar Cantábrico.
El Real Club Astur de Regatas sigue demostrando su compromiso con el deporte náutico de calidad, apostando por pruebas que mantienen viva la tradición marinera de Gijón, al tiempo que fomentan la participación de jóvenes talentos, escuelas y patrones veteranos.
