Anécdotas de los curas de antes

Anécdotas de los curas de antes

Los curas de los pueblos siempre formaron parte de la vida cotidiana de la gente. La relación era más estrecha. Se compartían trabajos, rezos  y a veces algún que otro roce.

Esta semana os voy a contar historias de párrocos de antes, de los que vivían en el pueblo, y compartían el modo de vida tradicional, relatadas por la gente  que vivió esa época.

 

En Langreo en los años 50, la economía gozaba de buena salud, así que los jóvenes mineros aprovechaban cualquier ocasión para divertirse. Y eso era lo que hacía mi informante con  sus amigos por entonces, cuando le aconteció lo que voy a contar.

Salieron los mozos solteros de parranda y terminaron en el lupanar de la villa. Allí se encontraban decidiendo si rematar la noche o no, cuando para sorpresa de mi relator, vio de salir de una habitación al párroco del pueblo. Este muy azorado al ver al mozo a dos palmos preguntó con autoridad:

-          Sindo , ¿pero que haces aquí?

-          Ya ve Don ….aquí estamos, y ¿usted??

-          ¿yo?, yo vengo a confesar los jueves.

 

En la zona de Teverga  residía un cura, cuya desgracia era tener un ama extremadamente miedosa. La buena mujer ya un poco mayor, se asustaba de las tormentas, los ruidos nocturnos creyéndolos almas en pena…etc.

Don Manuel que así se llamaba el párroco tenía un burro que utilizaba en los desplazamientos de su oficio o para bajar a la villa. De allí venía la tarde que le ocurrió el incidente.

Ya estaba oscureciendo, pues era invierno, cuando comenzó a llover. Don Manuel azuzó al borrico para que apurase el paso. Cuando al girar en el camino, se encontraron con un lobo. La pobre acémila se asustó y salió desbocada ,pero en  el tumulto tiró al señor cura terraplén abajo. Por suerte en la caída no se rompió ningún hueso, pero sí se llevó unas cuantas magulladuras, amén de los rasgones y barro en la sotana.

Ya era de noche cerrada, llovía a cántaros y el ama estaba muy preocupada porque Don Manuel no llegaba, cuando picaron a la puerta. Al abrirla se encontró, según ella,  con el mismo demonio ensangrentado y lleno de harapos. La mujer aterrorizada le dio con la puerta en las narices, e inútiles fueron los golpes que dio el cura para que le abriese, ya que la señora creía que el diablo venía a por ella.

Solamente después que don Manuel fue a buscar ayuda a los vecinos y de mucho insistir consiguieron que el ama saliese de su fortaleza. Cuando reconoció al párroco la pobre mujer se deshacía en lágrimas.

Don Manuel se recuperó pronto, pero del burro jamás se supo. En alguna cuadra se quedó amarrado.

 

 

Un cura de un pueblo de llanera  hace más de 40 años, necesitaba unas reparaciones en la casa parroquial. Los albañiles andaban de aquí para allá haciendo las chapuzas ordenadas, cuando dieron con la habitación del ama. Esta tenía la cama sin hacer y ya era bien entrada la mañana. Los albañiles creyendo que la mujer era un poco desastrosa en los quehaceres domésticos decidieron gastarle una broma. Le colocaron un ladrillo debajo de la almohada, para cuando fuese a hacer la cama se encontrase con el regalo.

Pero la sorpresa se la llevaron ellos cuando al día siguiente encontraron de nuevo la cama sin hacer y el ladrillo donde lo habían dejado.

 

 

En Barros estuvo don José Luis de párroco unos años hasta que lo destinaron al arzobispado. En el tiempo que trabajó en esa parroquia ayudó a mucha gente  necesitada, hasta el punto que literalmente se lo quitaba a él para dárselo a los demás.

Llegaban al pueblo familias andaluzas para trabajar en las minas o en la DuroFelguera.Eran gente con muy pocos recursos y cargados de niños. Cuando se enteraban que el cura podía ayudar, allá que iban a clamarle. Don José Luis no tenía límite y daba todo lo que tenía hasta el punto que alguna vez se quedó sin comer.

En una ocasión pasó por su casa un pobre pidiendo limosna, El cura vio que iba descalzo así que se quitó los zapatos y se los dio al mendigo, éste se marchó encantado pero el cura no tenía otros zapatos, así que en zapatillas y madreñas se quedó.

Don José Luís fue una persona muy querida en el pueblo durante el tiempo que ejerció de párroco y un ejemplo de solidaridad y caridad.

 

10 comentarios

  • # Pingu Responder

    20/02/2012 01:12

    Los curas siempre vivieron bien y alguna muyer que otra siempre tenian,ellos siempre decian que era una hermana o algun familiar. Y curas mas malos que el demonio tambien los habia,que mandanban mas que el alcalde del pueblo.

  • # Eduardo F. Responder

    20/02/2012 18:41

    La gente de la iglesia siempre ha sido solidaria con los más necesitados. Gracias Suárez por reseñarlos y no quedarte sólo con lo anecdótico

  • # PRAPRE Responder

    20/02/2012 18:48

    Al ya desaparecido "Club Charley" del barrio de Pumarín, también iba un desparecido sacerdote a confesar. Si es su Dios el que les dota de deseo sexual no entiendo por qué el voto de castidad, caldo de cultivo de comportamientos desviados y dañinos.

  • # Don Carnal Responder

    20/02/2012 21:53

    Los curas eran personas como todos los demas.Con sus defectos y virtudes ,pero junto con el alcalde,la guardia civil y el medico ,eran los que mandaban en el pueblo.

  • # lletora Responder

    21/02/2012 10:25

    Equí hay un filón de anécdotes sobre la vida amorosa ce los cures. Recordemos les coples populares nes qu´el cura visita a la molinera o hay rapacinos pel pueblu col pelu del color del del cura. O los padres que temblaben cuando llegaba un cura mozu.

  • # nikelodeon Responder

    21/02/2012 11:03

    Ahora quiren presentar a los curas de la Gloriosa como Santos Benefactores, y algunos quizá lo fuesen. Pero además de llevar pistola, encima o debajo del sayón, tenían barragana propia y se beneficiaban a las que pillaban en un renuncio en el confesionar

  • # mila Responder

    21/02/2012 18:30

    Yo lo que no entiendo es porque en otras ramas del cristianismo los curas se casa y en la religion catolica no si son paisanos como todos

  • # Carcarosa Responder

    22/02/2012 01:59

    Vaya mania que teneis con los curas y que mala fama les dais. Los curas estan para servir, predicar la palabra de dios y ayudar a toda persona necesitada y ademas todo lo hacen de buena fe y sin pedir nada a cambio. Son personas buenas.

  • # Abel Responder

    23/02/2012 15:54

    El mayor patrimonio en bienes muebles en el mundo lo posee El Vaticano.¿ Voto de pobreza?

  • # Maria del Mar Responder

    23/02/2012 22:23

    Me ha gustao mucho ?ivia, sobre todo la anecdota del burro y del diablo, habia que ver la cara del ama cuando abrio la puerta y lo confundio con el diablo. Gracias por estos relatos. Besos

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