Para muchos el no haber ganado hoy nada en el la lotería del Gordo ha sido una enorme decepción. ¡Habíamos hecho tantos planes! Pagar trampas, comprar cosas que nos son muy necesarias, darnos gustos que generalmente no podemos, algún lujo extraordinario, hacer reparaciones importantes (en mi caso arreglar un cuarto de baño en el que tengo puesto en la puerta, en plan gracioso, “out of order” y que necesita ser levantada toda la solería, instalar desagües nuevos, etc).

Bueno, a lo que iba: curemos nuestra decepción de hoy pensando, quienes contamos con ello, en que tenemos salud, trabajo, ilusión y esperanza y, por todo ello ya somos dueños del más importante de los premios. ¡Arriba ese ánimo! ¡Quizás el año que viene…!