En España, un país claramente dependiente de recursos exteriores que debe importar como el petróleo o el gas natural, el carbón es uno de los principales recursos endógenos energéticos existentes, con reservas de varios miles de millones de toneladas en Asturias, León, Puertollano o Teruel y grandes inversiones efectuadas por las compañías en aspectos como la desulfuración.
Arturo Aliaga ha recordado la contribución del carbón al desarrollo económico, ha reivindicado un marco lógico para que las minas puedan seguir trabajando más allá de 2018 y ha insistido en que este recurso es fuente de empleo de calidad también desde el punto de vista de la I+D+i
El consejero de Industria e Innovación del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, ha intervenido en la tercera edición de los European Coal Days que organiza en Bruselas la Asociación Europea para el Carbón y el Lignito, Euracoal. En esta cita de la industria del carbón participan empresas, representantes de centros de investigación, entidades internacionales relacionadas con el aprovechamiento del carbón y con el desarrollo de tecnologías limpias y gobiernos de diferentes países y regiones. Todos ellos abordan cuestiones como la contribución del carbón a la economía mundial, las técnicas más eficientes relacionadas con su extracción y consumo o las dimensiones sociales y regionales de este mineral en Europa. Es en este apartado donde Aragón y Castilla y León han expuesto el caso español con atención a las experiencias desarrolladas durante los últimos años y a la importante contribución que el carbón ha tenido y tiene en sus economías regionales.
En su intervención, Arturo Aliaga ha recordado la importancia histórica de Aragón en cuanto a la producción de carbón y su papel como reserva estratégica de este mineral, que está detrás del 30% de la generación eléctrica realizada en la Europa de los 27 –el 41% en el mundo- y sigue siendo clave en el suministro energético de todo el planeta, con cifras de consumo crecientes año a año. El titular de Industria ha hecho un repaso por el devenir reciente del sector del carbón en Aragón y en España, etapa en la que la Comunidad ha ganado peso en nuestro país a este respecto. En estos momentos Aragón produce, con 2,35 millones de toneladas anuales, el 36% del carbón de España (6,57 millones de toneladas en total). Opera aquí el 27% de las compañías dedicadas a esta actividad en nuestro país, tenemos el 6% de las explotaciones activas y el 5% de los trabajadores del sector (430 frente a algo más de 5.000 en toda España). En 1988 en España había 50.000 trabajadores en el sector y la producción superaba los 40 millones de toneladas.
El consejero ha ido más allá a la hora de reivindicar la contribución socioeconómica del carbón y de toda su industria auxiliar al desarrollo de un territorio, que pasa por los puestos de trabajo que se generan, pero también por otros puntos de vista como el energético. En palabras de Arturo Aliaga, “la conclusión es simple: no podemos permitirnos el lujo de perder el carbón, porque es una fuente imprescindible que contribuye al mix energético, es una reserva estratégica que aporta estabilidad y seguridad frente a los problemas geopolíticos que afectan diariamente a otros combustibles y es también un medio de vida que genera empleo y desarrollo”.
En su opinión, “hay que tener amplitud de miras y darse cuenta de que este desarrollo no se da únicamente en las zonas de extracción, sino creando por ejemplo núcleos de investigación fuera de las áreas mineras, como podemos ver en Aragón, donde el carbón fue el germen de centros de tanto prestigio como el Instituto de Carboquímica o el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos CIRCE”.
Aliaga ha añadido que “como se ve en todas las citas internacionales del sector, la industria del carbón es una de las que más invierte en nuevas tecnologías limpias y eficientes, y eso es investigación y puestos de trabajo de la máxima cualificación, a los que damos la espalda si condenamos a este sector al cierre”.
El consejero de Industria e Innovación ha añadido que “por todo eso y porque creemos en el carbón defenderemos su continuidad donde haga falta, al igual que hemos tomado otras decisiones como la de recurrir con Asturias y Castilla y León la decisión del Consejo de Europa que obliga a las minas que quieran seguir con su actividad a partir de 2018 a devolver las ayudas que hayan recibido, porque es algo injusto y además pone en peligro uno de los principales valores de las explotaciones aragonesas, el hecho de poder seguir siendo competitivas más allá de esa fecha incluso sin apoyos públicos”.
La jornada de Euracoal ha servido también para repasar, en el caso de Aragón, los hitos más importantes de los planes alternativos al carbón desarrollados, de 1998 a 2012, que dejan cifras como los más de 335 millones de euros invertidos en infraestructuras o los 95 dedicados a proyectos empresariales. A estas cantidades y a las que establezca el Plan de la Minería por definir en España a partir de 2013 entre los agentes que lo conforman, se añadirán otras como los 3 millones de euros contemplados en el Proyecto de Ley de Presupuestos del Gobierno de Aragón para el próximo ejercicio para seguir contribuyendo a la reindustrialización de las zonas mineras. En muchas localidades mineras y limítrofes estos planes han impulsado con fuerza la llegada de industrias alternativas. Fraga (Huesca), con 35 proyectos empresariales atendidos por los dos Planes de la Minería entre 1998 y 2012 es un buen ejemplo: estas iniciativas empresariales han recibido más de 10 millones de euros de ayudas y han creado más de 400 puestos de trabajo. En otras localidades de la provincia de Teruel las cifras tienen mayor calado aún.
El carbón, un sector con peso creciente en el mundo
A pesar de la rebaja que han experimentado las principales magnitudes relacionadas con el carbón en Europa –en España entre 1990 y 2005 las cifras de producción han descendido un 37% y las de empleo directo un 82% y muchos otros países han abandonado totalmente esta actividad- su peso en el balance energético mundial sigue creciendo. Según estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía, tendrá la misma importancia que el petróleo para el suministro mundial hasta 2030.
En 2010, el carbón fue, con un 28% del total, el segundo recurso en importancia tras el petróleo como fuente de energía primaria. La producción global superó los 7 billones de toneladas. Entre 2000 y 2010 el uso del carbón como fuente de energía primaria se ha incrementado un 28%, aunque de modo desigual. En los países OCDE el consumo de carbón permanece estable desde hace 10 años, en Europa ha caído un 14% y en los países en desarrollo ha aumentado un 94%. Los mayores aumentos en el consumo de carbón del mundo se concentran en China e India.
El carbón representa el 80% de las reservas de combustibles fósiles europeas y en varios Estados de la Unión está detrás de un porcentaje de generación eléctrica superior al 50%. Cabe pensar que el carbón, sea autóctono o importado, seguirá siendo clave para contar con un suministro energético seguro en este continente, en el que las industrias del sector emplean, con datos de 2010, a 255.000 personas.
En España, un país claramente dependiente de recursos exteriores que debe importar como el petróleo o el gas natural, el carbón es uno de los principales recursos endógenos energéticos existentes, con reservas de varios miles de millones de toneladas en Asturias, León, Puertollano o Teruel y grandes inversiones efectuadas por las compañías en aspectos como la desulfuración.
Euracoal engloba a 35 miembros de 20 países
Uno de los retos que promueve Euracoal es el desarrollo de un nuevo concepto de carbón limpio, en el que cabe todo lo que se está haciendo en cuestiones de amplio recorrido como la reducción de emisiones y la captura, transporte y almacenamiento de CO2, para los que esta asociación reclama el adecuado marco público en Europa y en los distintos países que la integran.
La misión de Euracoal es destacar la contribución del carbón a la seguridad del suministro de energía en Europa, a la estabilidad de los precios, al desarrollo económico y a la protección del medio ambiente. Componen esta asociación 35 miembros de 20 países. Entre ellos hay productores, importadores, empresas e institutos de investigación de Bélgica, Bosnia-Herzegovina, Bulgaria, República Checa, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Polonia, Rumanía, Serbia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suiza, Turquía, Ucrania y Reino Unido.
Sus actividades giran en torno a los intereses de sus miembros, que abarcan todo el proceso del carbón que empieza con la extracción y sigue con la venta y transporte, uso en las centrales y aplicaciones en sectores industriales y comerciales como el del acero, entre otros muchos.
