Asturias atraviesa una de las Navidades más frías de los últimos años. Una potente masa de aire frío de origen continental ha desplomado los termómetros en toda la región y ha situado al Principado entre los territorios más gélidos del país en los últimos días. El dato más llamativo lo deja Vega de Urriellu, en pleno corazón de los Picos de Europa, donde este viernes se ha registrado una mínima de -10,6 grados, la tercera temperatura más baja de España en la jornada.
El episodio se enmarca en una situación meteorológica excepcional para estas fechas. Según los registros oficiales, esta está siendo la Navidad más fría de los últimos quince años, con valores extremos también en otros puntos del país, como los -12,9 grados alcanzados en Sierra Nevada el día de Navidad. Asturias no se ha quedado muy atrás: en días previos se midieron -8,3 grados en Valgrande-Pajares y -8,9 en Vega de Urriellu, ya entonces dentro del ‘top ten’ nacional.
El frío baja de la montaña a las ciudades
Aunque las mínimas más severas se concentran en la alta montaña, el frío se ha dejado sentir en todo el territorio asturiano, incluidas zonas urbanas y costeras. La madrugada ha sido especialmente dura, con heladas generalizadas y una estampa invernal poco habitual incluso en el litoral.
Estos son algunos de los registros más destacados:
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Gijón (campus universitario): -2,1 ºC
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Oviedo: -2 ºC
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Aeropuerto de Asturias: 0,7 ºC
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Ribadesella: 2 ºC
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Luarca: 3 ºC
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Llanes: 1,7 ºC
Durante el día, el sol ayudará a suavizar ligeramente el ambiente, pero las máximas se moverán en torno a 11 o 12 grados como mucho, dejando una jornada fría aunque estable y con cielos despejados en gran parte de la región.
Riesgo notable de aludes en los Picos de Europa
El frío extremo llega acompañado de un factor de riesgo añadido en la alta montaña. La acumulación de nieve, que alcanza entre 30 y 50 centímetros en algunas zonas, junto con el viento y las bajas temperaturas, ha llevado a activar un aviso por riesgo notable de aludes en los Picos de Europa.
Los expertos advierten de la formación de placas de nieve en cotas altas y en distintas orientaciones, generadas por el transporte de nieve debido al viento. Aunque el manto comienza a mostrar una ligera estabilización, el peligro sigue siendo real. Estas placas pueden colapsar con el paso de una sola persona y desencadenar aludes de tamaño pequeño o mediano, especialmente en laderas inclinadas, canales y zonas poco transitadas.
La recomendación es clara: máxima prudencia y evitar actividades de montaña en zonas expuestas mientras persistan estas condiciones.
Carreteras: cadenas y cierres en la red de montaña
La nieve y el hielo también están condicionando la circulación en varios puntos de la red viaria asturiana. Es obligatorio el uso de cadenas o neumáticos de invierno en los puertos de Leitariegos y Connio, ambos en el concejo de Cangas del Narcea.
Además, permanecen cerradas:
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La carretera de acceso a los Lagos de Covadonga (CO-4)
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El tramo entre Tuiza y el puerto de La Cubilla (LN-8)
Las autoridades recomiendan consultar el estado de las carreteras antes de desplazarse, extremar la precaución y evitar viajes innecesarios por zonas de montaña, especialmente durante las primeras horas del día y al caer la noche, cuando el hielo se forma con mayor rapidez.
Una ola de frío que obliga a extremar precauciones
Este episodio de frío intenso no es solo una anécdota meteorológica. Afecta de lleno a la vida diaria en el medio rural, a la seguridad en la montaña, al tráfico y a las actividades turísticas propias de estas fechas. Asturias luce una estampa invernal de gran belleza, sí, pero también exige cabeza fría —y bien abrigada— para evitar riesgos innecesarios.
El mensaje es claro: el invierno ha llegado con fuerza y, de momento, no es día para confiarse.
