La huelga médica golpea al sistema sanitario: Asturias suma 470 cirugías, 8.300 consultas y 2.600 pruebas a unas listas de espera ya saturadas

La huelga médica golpea al sistema sanitario: Asturias suma 470 cirugías, 8.300 consultas y 2.600 pruebas a unas listas de espera ya saturadas

La sanidad pública afronta una de sus semanas más críticas en años. La huelga de médicos, convocada a nivel estatal y secundada en Asturias por el Sindicato Médico del Principado (SIMPA) y los colectivos de jóvenes facultativos, está teniendo un impacto mucho mayor del que anticipaban las administraciones. No por el porcentaje de profesionales que han parado —entre el 11 % y el 12 % de la plantilla total, según la Consejería de Salud— sino por el colosal volumen de actividad que no se ha realizado ni se ha podido programar durante los cuatro días de paros.

Los datos son contundentes: 470 intervenciones quirúrgicas aplazadas, más de 8.300 consultas de especialistas que no se han atendido y 2.600 pruebas diagnósticas que se acumulan a las ya abultadas listas de espera. El impacto real será visible a partir de finales de año y durante el primer trimestre de 2026, cuando los hospitales tengan que absorber esta actividad retrasada y la que, por prudencia, ni siquiera se ha agendado.

Una huelga pequeña en número… pero devastadora en su efecto

Asturias cuenta con unos 3.900 médicos en la sanidad pública. Los primeros días de huelga dejaron cifras aparentemente moderadas de seguimiento: un 11,03 % el martes y un 12,1 % el miércoles. Pero esta lectura superficial oculta una realidad mucho más grave: las especialidades que han parado son las que sostienen el engranaje hospitalario.

Los anestesistas —clave para cualquier intervención quirúrgica— han seguido el paro casi en bloque, con la única excepción de los servicios mínimos. Los radiólogos, imprescindibles para ecografías, TAC, resonancias y guías diagnósticas, también se han sumado masivamente. Cirujanos de diversas áreas han reducido su actividad al mínimo.

El resultado ha sido inmediato: quirófanos operando muy por debajo de su capacidad real, pruebas diagnósticas ralentizadas y consultas especializadas reducidas al 70 % de lo habitual.

El dato oculto: la actividad que no se programó

Más allá de lo suspendido, que es cuantificable, hay otro efecto silencioso que multiplica el daño: la enorme cantidad de actividad no planificada en previsión de la huelga.

  • Algunos servicios quirúrgicos recibieron la instrucción de programar solo pacientes oncológicos o urgentes.

  • Consultas que podrían haberse citado esta semana se movieron deliberadamente a enero.

  • La actividad extraordinaria de tarde diseñada para reducir listas de espera se suspendió en bloque.

Un responsable sanitario lo resume sin rodeos: “Lo importante no es lo que se suspende, sino lo que se deja de programar. Ese es el golpe real”.

El peso de diciembre: cuando cada día cuenta

El cálculo del impacto parte de la actividad real de diciembre del año pasado, un mes especialmente sensible porque marca el cierre anual de las listas de espera. En diciembre de 2024 se hicieron, de media diaria:

  • 295 cirugías

  • 6.900 consultas hospitalarias

  • 1.640 pruebas diagnósticas

Aplicando los descensos provocados por la huelga (40 % en quirófanos y pruebas diagnósticas; 30 % en consultas), el resultado es el siguiente para los cuatro días de paros:

  • 470 intervenciones quirúrgicas no realizadas

  • 8.300 consultas no atendidas

  • 2.600 pruebas diagnósticas aplazadas

Estas cifras no incluyen Atención Primaria, donde el impacto es más difícil de medir, pero profesionales informan ya de retrasos perceptibles en revisiones y seguimiento de pacientes crónicos.

La calle también habla: Cabueñes como termómetro social

Durante la segunda jornada de huelga, cerca de un centenar de médicos se concentraron en el Hospital Universitario de Cabueñes (Gijón), coreando consignas como:

  • Mónica, escucha, estamos en lucha

  • Médico quemado, paciente maltratado

  • Queremos sanidad, no precariedad

La protesta se cerró con un largo aplauso y con duras críticas al Ministerio de Sanidad por impulsar una reforma del Estatuto Marco que los huelguistas consideran “lesiva” y “despreciativa” para la profesión.

Las reclamaciones del colectivo: estatuto propio y fin de las guardias eternas

El núcleo del conflicto gira en torno a dos demandas históricas:

  1. Un estatuto profesional específico para médicos, que reconozca su nivel de responsabilidad y autonomía clínica, diferenciado del resto del personal sanitario.

  2. La eliminación de las guardias de 24 horas, especialmente criticadas por los facultativos jóvenes. Señalan que no cuentan como tiempo trabajado de cara a la jubilación, sí tributan IRPF y se pagan por debajo del valor de la hora ordinaria.

Los sindicatos aseguran que el nuevo Estatuto Marco no mejora estas condiciones y, en algunos aspectos, las empeora.

¿Y ahora qué? Un impacto que se prolongará meses

La huelga termina este viernes, pero su efecto se extenderá mucho más allá. Las listas de espera —quirúrgica, de consultas y de pruebas— ya estaban tensionadas. Este parón de cuatro días incrementará los tiempos en un momento especialmente sensible del calendario sanitario.

En Asturias, los hospitales deberán reorganizar agendas, ampliar turnos y buscar huecos donde no los hay para recortar el retraso acumulado. Los facultativos, por su parte, insisten en que “lamentan profundamente el daño a los pacientes, pero no ven otra salida para lograr un cambio real en sus condiciones laborales”.

Lo único seguro es que esta huelga ha abierto una grieta visible en el sistema sanitario español, que llega a 2026 con un debate abierto sobre financiación, condiciones laborales y sostenibilidad de la atención pública.

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