La muerte de un oso pardo en Degaña vuelve a encender todas las alarmas en el suroccidente asturiano. La Fiscalía de Asturias ha presentado una denuncia en el Juzgado de Cangas del Narcea por un presunto delito contra la fauna y los animales tras la aparición del cadáver del plantígrado en el paraje de Pinaleiro, en la localidad de Degaña. El animal, según se ha confirmado, murió atrapado en un lazo de acero, una de las prácticas más habituales del furtivismo.
La denuncia se produce a raíz de la información remitida por la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, que ha hecho público el caso y ha vuelto a señalar la existencia de un problema “mucho más extendido de lo que las autoridades reconocen”.
Una especie en peligro y una práctica que no cesa
El oso hallado muerto pertenece a la especie Ursus arctos, catalogada “En peligro de extinción” por el Real Decreto 139/2011. Desde la Coordinadora recuerdan que este caso se suma a otros todavía pendientes de resolver, entre ellos el del oso abatido de un disparo en Belmonte.
“Es un episodio más de una larga lista de muertes intencionadas”, denuncian, alertando de que la reiteración de estos hechos evidencia una actividad furtiva constante en varios concejos del suroccidente, con impacto no solo sobre fauna protegida, sino también sobre el ganado en determinadas ocasiones.
Acusaciones de “ocultismo” y falta de transparencia del Principado
La organización ecologista carga además contra el Gobierno de Asturias, al que acusan abiertamente de impedir el acceso a la necropsia de los osos muertos de manera intencionada y de negarles la condición de parte interesada en los expedientes.
Para la Coordinadora, la actitud del Principado “no puede justificarse ya en la necesidad de preservar la investigación”, puesto que ha pasado tiempo suficiente desde la aparición del cadáver. “El silencio administrativo solo responde a un intento de ocultar información”, sostienen.
Un problema que crece mientras decae la vigilancia
La Coordinadora alerta de que los casos detectados podrían ser solo “la punta del iceberg”. Según denuncian, las medidas contra el furtivismo no están funcionando, en parte por la degradación de las condiciones de trabajo de los Agentes de Medio Ambiente, que en los últimos años han perdido medios, recursos y capacidad operativa.
Recuerdan que actuaciones que antes se realizaban de manera sistemática —como campañas coordinadas para localizar y retirar lazos en zonas críticas— han dejado de desarrollarse con la misma intensidad, favoreciendo la expansión de prácticas ilícitas.
Reclaman un Plan Contra el Furtivismo “ya, sin más demora”
Ante este panorama, la Coordinadora Ecoloxista pide al Principado que deje de mirar hacia otro lado y que active de inmediato un Plan Contra el Furtivismo con presupuesto, plazos y medidas concretas, capaz de reducir una práctica que pone en riesgo a una de las joyas ambientales del Principado: el oso pardo cantábrico.
A la espera de que avance la investigación judicial, la muerte del oso de Degaña supone un nuevo golpe a los esfuerzos de conservación de la especie y evidencia, según los ecologistas, la urgencia de reforzar la vigilancia y la coordinación institucional contra el furtivismo en Asturias.
