El presidente del Principado subraya en Siero el valor estratégico de los 220 kilómetros de hidroductos proyectados por Enagás, que convertirán a la región en nodo clave de producción, almacenamiento y distribución de hidrógeno verde en España y Europa.
Asturias da un nuevo paso para consolidarse como motor de la transición energética española. El presidente del Principado, Adrián Barbón, participó este miércoles en Siero en la presentación del Plan Conceptual de Participación Pública de la Red Troncal de Hidrógeno en España, impulsada por Enagás, y destacó que el proyecto “supondrá un impulso de primer orden para que el Principado lidere el avance hacia la economía verde en España”.
El plan prevé 220 kilómetros de hidroductos en territorio asturiano, una infraestructura que permitirá transportar hidrógeno renovable de forma segura y eficiente y convertir a la comunidad en un centro neurálgico del mercado energético del futuro.
“Cuando nos refiramos a los hidroductos no pensemos solo en las obras, sino en todo lo que arrastran: ingeniería, digitalización, logística, construcción… Estamos ante una auténtica palanca para el desarrollo industrial de Asturias”, subrayó Barbón durante su intervención.
⚙️ Un eje verde que conectará Asturias con Europa
Enagás desplegará puntos de información en 23 concejos asturianos —entre ellos Avilés, Gozón, Carreño, Gijón, Corvera, Llanera, Oviedo, Mieres, Langreo, Siero, Nava o Ribadesella— para explicar el trazado y recoger aportaciones de administraciones y ciudadanía.
La red forma parte del corredor español de hidrógeno, un ambicioso plan que interconectará las principales zonas industriales del país y facilitará la exportación hacia los grandes centros de consumo europeos. Según Barbón, Asturias no será solo “un territorio de paso”, sino “un nodo energético con capacidad de producción, almacenamiento y distribución”, gracias a sus puertos, su tradición industrial y su tejido científico-técnico.
???? Asturias, de la reconversión al liderazgo verde
El presidente recordó que hace apenas ocho años, el carbón cubría dos tercios de la demanda energética del Principado, y las energías renovables apenas representaban el 7,4 %.
“Hoy, un tercio de la energía asturiana procede de fuentes limpias, y avanzamos hacia el 72 % fijado en la Estrategia de Acción por el Clima”, señaló.
Barbón reivindicó la capacidad de adaptación de Asturias frente a las sucesivas reconversiones industriales:
“Se auguraba un apocalipsis cuando comenzó la transición energética, pero Asturias supo transformar el desafío en oportunidad. Ahora estamos en primera línea de la nueva economía verde”.
Entre los proyectos tractores vinculados a la red de hidrógeno, el presidente destacó el Valle del Hidrógeno de Aboño, el hub energético del puerto de El Musel, las inversiones de Ence en Navia y las anunciadas por Bayer en Langreo, además de la transformación de ArcelorMittal en Veriña mediante su horno eléctrico en construcción.
???? Un proyecto de país con dimensión local
El plan de Enagás para Asturias no se limita a la ingeniería energética: aspira a redefinir el mapa industrial y tecnológico de la región. La compañía recabará la colaboración del Gobierno del Principado y de los 23 ayuntamientos afectados, en un proceso abierto de participación pública que se desarrollará en las próximas semanas.
“Con nosotros encontrarán siempre colaboración y complicidad —aseguró Barbón—. Estamos hablando de una infraestructura estratégica, de un proyecto de país que también será un proyecto de región”.
El presidente insistió en que esta red convertirá a Asturias en una pieza clave de la autonomía energética de España, garantizando seguridad de suministro, innovación tecnológica y empleos de calidad.
???? Hacia la Asturias del hidrógeno
Con la mirada puesta en el futuro, Barbón definió la red de hidroductos como “una de las llaves del futuro para la industria asturiana”.
El Principado, aseguró, ha perdido el miedo al cambio y ahora mira al hidrógeno verde como “el combustible de la nueva era industrial”.
La red de hidrógeno de Enagás, que conectará Asturias con el resto de España y con Europa, será la espina dorsal de la nueva economía verde, impulsando actividades de alto valor añadido en torno a la ingeniería, la innovación energética, la construcción y la digitalización.
“Asturias ya no es tierra de reconversiones, sino tierra de oportunidades. La energía que antes fue nuestro problema, hoy es nuestra ventaja competitiva”, concluyó Barbón.