El ciclón híbrido Gabrielle amenaza a la Península: Asturias en la encrucijada entre la borrasca y el anticiclón

El ciclón híbrido Gabrielle amenaza a la Península: Asturias en la encrucijada entre la borrasca y el anticiclón

Tras arrasar el Atlántico como un huracán de categoría 4, Gabrielle se acerca convertido en ciclón híbrido. Los modelos se dividen: si asciende hacia el Cantábrico, dejará lluvias y viento en Asturias; si vira al sur, reinará el sol. La incertidumbre se mantendrá hasta el último momento.

 

Hasta hace apenas dos semanas, la temporada de huracanes en el Atlántico era noticia por su calma inusual. Hoy, esa calma se ha roto con estrépito. Gabrielle, que el 19 de septiembre se intensificó de forma explosiva sobre aguas excepcionalmente cálidas hasta convertirse en un huracán de categoría 4, se dirige ahora hacia Europa convertido en un ciclón híbrido, mitad borrasca extratropical, mitad remanente tropical. Y en su trayectoria aparece un nombre propio: Asturias.

Del Caribe a las Azores: la furia de un huracán atípico

El Centro Nacional de Huracanes de Miami (NHC) confirmaba este jueves lo insólito: Gabrielle había perdido ya la categoría de huracán, pero mantenía vientos huracanados y un núcleo cálido parcial. Al mismo tiempo, en el archipiélago de las Azores se decretaba alerta roja: se esperaban rachas de hasta 200 km/h y olas de 18 metros.

«Es notable ver lo que los huracanes pueden hacer al atravesar aguas de récord de calor», advertía el meteorólogo Michael Lowry, recordando que Gabrielle se reforzó en cuestión de horas gracias a un Atlántico tropical más cálido de lo normal para septiembre.

Un ciclón híbrido: el rompecabezas de los modelos

A medida que Gabrielle avanza hacia la Península, su naturaleza se vuelve desconcertante. «Mantendrá una estructura cálida y convección en su centro. Es lo que conocemos como un ciclón híbrido», explica Damián Insua, investigador del Laboratorio de Extremos Hidroclimáticos de la Universidad de Gante.

El problema es que los modelos meteorológicos no están diseñados para descifrar híbridos. Entra en juego la dinámica de las borrascas de latitudes medias, los restos de la maquinaria tropical y la interacción con una vaguada de aire frío. El resultado: incertidumbre máxima.

Los dos escenarios para Asturias

Escenario 1: el camino del norte

El ciclón logra engancharse a la vaguada y asciende hacia el Cantábrico. En ese caso, Asturias recibiría durante el fin de semana lluvias intensas, viento fuerte en la costa y en la montaña, y mar de fondo peligroso. No sería un temporal histórico, pero sí un episodio de impacto claro.

Escenario 2: el desvío hacia el sur

La mayoría de modelos coinciden en un giro hacia Portugal. Gabrielle se situaría el sábado al oeste de Lisboa, empujando sus frentes hacia Andalucía y Extremadura. Para Asturias, el efecto sería el contrario: anticiclón dominante, cielos despejados y temperaturas suaves durante sábado y domingo. El Cantábrico respiraría, aunque seguiría recibiendo oleaje residual.

¿Qué vigilar en Asturias en las próximas 72 horas?

  • Viento: rachas puntuales en la costa y en cumbres si se cumple el escenario 1.

  • Lluvia: posibilidad de frentes activos entrando de oeste a este el domingo, sólo en caso de trayectoria norte.

  • Mar: mar de fondo con olas de hasta 4–5 m, incluso si Asturias queda fuera de la trayectoria central.

  • Tiempo seco y templado: si se impone el escenario sur, Asturias vivirá un fin de semana casi veraniego.

Más que una borrasca, un aviso del futuro

Que Gabrielle haya alcanzado la categoría 4 tan al este del Atlántico y en fechas tan tardías no es casualidad. El Atlántico oriental bate récords de temperatura, lo que alimenta huracanes cada vez más potentes en zonas donde antes apenas prosperaban.

Asturias observa el horizonte con una mezcla de expectación y alerta. ¿Lluvias y viento o un respiro anticiclónico? La respuesta llegará en las próximas horas, cuando Gabrielle decida si golpea de lleno el Cantábrico o se pierde hacia el sur.

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