Lobos o ganado: el grito radical por liberar a la Tierra de la explotación animal

Lobos o ganado: el grito radical por liberar a la Tierra de la explotación animal

“No es posible la coexistencia: o liberamos al lobo y al planeta, o seguimos avalando un modelo que lleva al colapso.”
Así lo denuncia con contundencia el colectivo Rebeldes Indignadas, que lanza una crítica feroz contra el modelo ganadero y quienes lo amparan, incluso desde el ecologismo.

En un momento de creciente sensibilidad hacia el colapso ecológico global, la organización Rebeldes Indignadas irrumpe con una declaración sin medias tintas: hay que elegir entre el lobo o el ganado. En su nuevo manifiesto, titulado “Lobo o ganado. Liberar al lobo (y a la Tierra) de la ganadería y de la amenaza humana”, el colectivo denuncia lo que considera una farsa sostenida durante décadas: la supuesta posibilidad de coexistencia entre la ganadería extensiva y la fauna silvestre.

La “coexistencia” como trampa semántica

Según Rebeldes Indignadas, la idea de convivir con el lobo mientras se mantienen sistemas de producción cárnica es incompatible y profundamente hipócrita. Denuncian que la presencia de ganado en los montes equivale a una sentencia de muerte para los depredadores naturales como el lobo ibérico, que sigue siendo exterminado allí donde “molesta”.

“No es un problema de gestión, sino una contradicción estructural. La coexistencia es el disfraz lingüístico del exterminio planificado”, afirman. Recuerdan que prácticas históricas como las Juntas de Extinción de Animales Dañinos (1954-1962) siguen repitiéndose, aunque bajo un lenguaje aparentemente moderno y ecológico.

El lobo como símbolo del equilibrio perdido

El manifiesto sitúa al lobo como emblema de la vida silvestre que intenta resistir la presión de un modelo basado en la explotación animal y el supremacismo humano. Para Rebeldes Indignadas, este modelo alimentario y económico es éticamente insostenible, ecológicamente destructivo y socialmente fraudulento, con casos de corrupción relacionados con indemnizaciones falsas por ataques de lobos.

“El lobo no es el problema. El problema es una civilización que considera a los demás animales como recursos y elimina todo lo que interfiere en su beneficio económico”, afirman. Acusan también al Estado de ser cómplice por garantizar los intereses ganaderos a través de subsidios y legislación a medida.

Crítica al ecologismo tradicional… y al movimiento antiespecista

El colectivo arremete incluso contra los sectores ecologistas que, a su juicio, blanquean la ganadería bajo el discurso de la tradición o la sostenibilidad. También expresan su decepción con el manifiesto de la próxima manifestación en defensa del lobo (22 de junio), por incluir una defensa paralela de las personas ganaderas.

“La protección del lobo no puede convivir con la defensa de la ganadería. Es como pedir paz mientras se reparten armas”, aseguran. Rebeldes Indignadas exige un posicionamiento claro y sin concesiones: abandonar toda forma de explotación animal, incluidas las etiquetadas como “éticas” o “ecológicas”.

Tres ejes para una transformación radical

Inspirados en propuestas como Transfarmation o el pensamiento VegAnarQueer, el manifiesto plantea un cambio sistémico profundo basado en:

  1. Transición urgente a dietas 100 % vegetales.

  2. Decrecimiento económico y desindustrialización del modelo urbano.

  3. Replanteamiento ético y demográfico de la presencia humana en la biosfera.

“El planeta no puede sostener a 8.000 millones de humanos sedentarios explotando territorios, animales y recursos sin freno”, declaran. Su propuesta pasa por regenerar los ecosistemas, crear santuarios animales, y volver a formas de vida más simples, interdependientes y simbióticas, como las que aún conservan algunas comunidades indígenas.

Una llamada a la acción sin concesiones

En su parte final, el manifiesto es tajante: "Ganado o lobo. Tenemos que elegir." Para ellas, el veganismo no es solo una opción dietética, sino una decisión ética urgente, un camino hacia un mundo donde la biodiversidad vuelva a ser el centro.

“El lobo es el síntoma de una naturaleza que aún intenta defenderse. Somos los humanos quienes estamos en guerra contra ella. Y vamos ganando. Pero si seguimos así, será una victoria estéril, sobre un planeta arrasado.”

Más información y adhesión a la Carta Abierta a las grandes organizaciones ecologistas en:
www.rebeldesindignadas.org

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