Alumnos de 6.º de Primaria del colegio La Asunción enfermaron en un camping de Somo tras llegar el lunes. Sufrieron vómitos, diarrea, fiebre y un regreso anticipado entre lágrimas y angustia
Lo que debía ser un viaje de fin de curso inolvidable para los alumnos de 6.º de Primaria del colegio La Asunción de Gijón terminó convertido en una pesadilla colectiva. Más de 60 niños y varios profesores sufrieron entre el martes por la noche y el miércoles por la mañana un cuadro agudo de vómitos, diarrea, dolores abdominales y fiebre, durante su estancia en un camping en la localidad cántabra de Somo, adonde habían llegado apenas 24 horas antes.
Los síntomas comenzaron de forma repentina y simultánea. “Fue una noche terrible. Vomitando, con fiebre, sin poder pegar ojo y esperando turnos para entrar al baño. Muchos no aguantaron”, relata la madre de una alumna que fue atendida en urgencias nada más regresar a Asturias. La pediatra le confirmó que se trataba, con toda probabilidad, de una intoxicación alimentaria, aunque aún no hay confirmación oficial.
Dos autobuses, dos destinos: el regreso que nadie imaginó
Ante la magnitud de los síntomas, los responsables del grupo decidieron adelantar la vuelta a Gijón, prevista inicialmente para el miércoles por la tarde. Un autobús trasladó a los alumnos afectados, muchos de ellos aún débiles y con síntomas activos. En el otro, viajaron los pocos que no se habían visto afectados por el brote. “Fue un viaje espantoso. Hay familias enfadadas, pero sobre todo preocupadas por cómo han vivido todo esto los críos”, comenta otro padre afectado.
Investigación abierta: comida y agua bajo análisis
La organización del campamento ha enviado un comunicado pidiendo disculpas a las familias y confirmando que se han remitido muestras de la comida a analizar. También se investigará el estado del agua potable del camping. Los resultados podrían tardar hasta una semana en conocerse. De momento, las autoridades sanitarias cántabras ya están al tanto de lo sucedido, aunque no han emitido aún ninguna valoración pública.
No se descarta que el origen del brote esté relacionado con una posible contaminación alimentaria o hídrica, aunque el hecho de que el incidente coincidiera con un apagón eléctrico el lunes, día de llegada, ha llevado a algunas familias a preguntarse si hubo fallos de conservación en los alimentos.
Padres indignados y niños aún convalecientes
Lo que más molesta a las familias, más allá del disgusto del viaje perdido, es la falta de información clara y oficial. Varios padres han solicitado al colegio que exija responsabilidades al campamento y han iniciado sus propios trámites para reclamar. “Queremos que se sepa la verdad, que se investigue bien, y que no vuelva a pasar con ningún otro grupo”, insiste una madre.
Mientras tanto, algunos menores aún no se han recuperado del todo y siguen en casa con dieta blanda y tratamiento sintomático. La mayoría no ha vuelto a clase este jueves.
Un caso que recuerda a un episodio reciente
Este nuevo caso de intoxicación colectiva en menores se produce apenas un mes después de otro suceso similar en Gijón, cuando dos grupos de niños sufrieron vómitos y diarrea tras celebrar cumpleaños en un local de El Llano. Las causas no llegaron a esclarecerse por completo, pero generaron una alerta entre familias y pediatras.
¿Podría haberse evitado este brote? ¿Se están tomando suficientes medidas de seguridad en los alojamientos escolares? Las preguntas están sobre la mesa. Las familias, de momento, solo quieren saber qué ocurrió realmente en Somo... y que nadie vuelva a pasar por lo mismo.