José Sacristán representa la obra de Miguel Delibes "Señora de rojo sobre fondo gris" en el Teatro Palacio Valdés

José Sacristán representa la obra de Miguel Delibes "Señora de rojo sobre fondo gris" en el Teatro Palacio Valdés

José Sacristán pone voz al dolor de Miguel Delibes en "Señora de rojo sobre fondo gris" 

 

Este sábado a las 21 horas en el Teatro Palacio Valdés

 

El actor compone un personaje prodigio de sabiduría y experiencia, y también colabora junto al director, José Sámano, y la dramaturga Inés Camiña, en la adaptación de la obra más personal del escritor

 

Un monólogo en el que interpreta a Nicolás, un pintor viudo que recuerda a su esposa, Ana, fallecida muy joven de enfermedad, y que a su vez son la representación en la ficción de Delibes y su mujer Ángeles de Castro

 

Con un lleno tras lleno desde que se puso en marcha, en Avilés también ha colgado el cartel de no hay billetes

 

Salir de ver "Señora de rojo sobre fondo gris" es hacerlo con el corazón encogido y las manos doloridas de aplaudir sin descanso. No hay artificios, tan solo la verdad de las palabras, del dolor que Miguel Delibes plasmó en la novela, su dolor; la verdad de una interpretación desnuda, la de un José Sacristán prodigioso de sabiduría y experiencia que atrapa al auditorio. La podrá saborear el público del Teatro Palacio Valdés en la última producción de agosto de escenAvilés, este sábado 31 a las 21 horas.

 

Las entradas se agotaron hace días, como en cada uno de los lugares por los que ha pasado desde que inició la gira esta obra que dirige y produce José Sámano, que la ha adaptado para las tablas como un monólogo a partir de la novela homónima de Delibes, en un trabajo conjunto con la dramaturga Inés Camiña y el propio José Sacristán. Una coproducción de Pentación Espectáculos, Sabre Producciones, TalyCual y AGM.

 

Sacristán regresa a un escenario que ya es su casa, desde el que despidió el año pasado su última obra, "Muñeca de Porcelana" de David Mamet, en versión de Bernabé Rico y dirigida por Juan Carlos Rubio, antes de ponerse al frente de un antiguo anhelo, interpretar al Nicolás de "Mujer de rojo sobre fondo gris". Un cambio de registro absoluto, entonces se ponía en la piel de un todopoderoso "empresario hecho a sí mismo", con todo el peso de la trama sobre sus hombros, con réplica de Javier Godino, y a la conclusión dedicó unas cariñosas palabras al público del Palacio Valdés y a la ciudad.

 

"Siento que volver a Miguel Delibes supone entregarme a una tarea que bien pudiera ser o significar la culminación de una aventura de trabajo y de vida que viene durando ya más de sesenta años", escribe Sacristán, que da forma a Nicolás, un viejo pintor derrotado por la ausencia y el recuerdo de su esposa fallecida.

 

Una elegía en la que Ana y Nicolás, no son otra cosa que una pantalla, los nombres, los personajes elegidos por Miguel Delibes para liberar su propios sentimientos, la muerte prematura de su esposa Ángeles de Castro que lo sumió en una profunda depresión. "Soy consciente de que con su desaparición ha muerto la mitad de mí mismo", se sinceró Delibes en su discurso de ingreso en la Real Academia.

 

Con el paso de los años, su dolor brotó en forma de novela, en una "Mujer de rojo sobre fondo gris" en cuyo trasfondo retrata la España de 1975, la de la agonía y muerte del dictador. La hija del matrimonio protagonista se encuentra encarcelada por motivos políticos, por defender la libertad, y no puede acompañar a su madre en la enfermedad y muerte.

 

Es una declaración de amor. Es felicidad, intimidad, pérdida y duelo. Es memoria de la que fue musa y compañera. Siempre presente Ana/Ángeles en el transcurso de la obra, de vez en cuando vuelan sus palabras en escena en la voz de Mercedes Sampietro, las de "Una mujer que, con su sola presencia, aligeraba la pesadumbre de vivir", como describrió el académico Julián Marías a Ángeles de Castro.

 

Miguel Delibes no escribió teatro, aunque cuatro de sus novelas han sido adaptadas a escena: "Cinco horas con Mario", "La hoja roja", "Las guerras de nuestros antepasados" y "Señora de rojo sobre fondo gris". El escritor colaboró en la adaptación de las tres primeras, y en la última llegó a trabajar en un primer borrador junto al propio José Sámano, cuyo sello se encuentra detrás de la puesta en escena de todas, salvo "La hoja roja". 

 

"Señora de rojo" sigue la estela de "Cinco horas con Mario", convertida en uno de los iconos de la historia del teatro en España, y que aún representa trufada de sabiduría y oficio Lola Herrera, como hace 40 años.

 

"La obra pone la mirada en el amor inmenso de un hombre hacia una mujer que a veces se refleja en cosas diminutas", apuntaba Sacristán en una entrevista a El Periódico a raíz del estreno de "Señora de rojo...". Es su segundo personaje de Delibes en escena, después del Pacífico Pérez de "Las guerras de nuestros antepasados", en colaboración con Sámano, y que le permitió entablar una estrecha relación con el escritor. "Volver a Miguel Delibes es no dejar de aprender a mirar", dice el actor, la mirada de sesenta años de profesión.

 

Ficha técnica

 

Autor. Miguel Delibes

 

El escritor y periodista vallisoletano (1920-2010) es uno de los más importantes del siglo XX en España. Retrató como nadie la vida y las gentes de una Castilla hoy en extinción, con obras cumbre como "El camino", "Las ratas", "El príncipe destronado" o "Los santos inocentes". Sus creaciones se han llevado al cine en numerosas ocasiones, y también adaptado al teatro. Dejó escrito que "los dos tipos de mujer que he dibujado con mayor esmero a lo largo de mi vida de narrador son: Carmen, la Menchu protagonista de 'Cinco horas con Mario' y Ana, personaje central de 'Señora de rojo sobre fondo gris'. Dos mujeres, no ya distintas sino antitéticas, que de alguna manera podemos considerar representativas de la España de la segunda mitad del siglo XX". Y sobre Ángeles de Castro, Ana en "Señora de rojo...", dijo: "Yo escribía para ella. Y cuando faltó su juicio, me faltó la referencia. Dejé de escribir, y esta situación duró años. En ese tiempo pensé, a veces, que todo se había acabado".

 

Director. José Sámano

 

Nacido en Santander en 1943, es uno de los nombres fundamentales de la interpretación en España, como productor de cine, teatro y televisión, también como adaptador y director de escena. Se inició en la cinematografía y en 1979 debutó en la producción teatral de la mano de Miguel Delibes y "Cinco horas con Mario", protagonizada por Lola Herrera y dirigida por Josefina Molina, y en la que colaboró asimismo en la adaptación, mano a mano con el escritor. De trabajo han surgido películas clave de las últimas décadas, como "Retrato de familia", "Función de noche" u "Operación ogro", y más recientemente, "Magical Girl". También programas clásicos de televisión, como "El martes que viene" o "Queremos saber", con Mercedes Milá.

 

Su vinculación con Delibes se concretó también en "Las guerras de nuestros antepasados", interpretada primero por José Sacristán y después por Manuel Galiana. "Asumo la producción y, en este caso, también la dirección de la tercera adaptación teatral de una novela de Miguel Delibes en la que intervengo. En las dos primeras él estaba, y son inolvidables los cambios de pareceres sobre las adaptaciones y montajes de las mismas. Esta vez no podremos ir juntos al teatro a ver su obra más íntima, la única que escribió sobre personas existentes", escribe Sámano sobre "Señora de rojo sobre fondo gris".

 

Actor. José Sacristán

 

La figura y la voz de José Sacristán (Chinchón, Madrid, 1937), son inconfundibles, las de uno de los más grandes actores de la historia de la interpretación en España. Seis décadas de trabajo, en el teatro, en el cine, en la televisión, le contemplan.

 

En cine, destacan sus participaciones en “Toro”, dirigida por Quique Maillo; “ Camino a casa” de Pol Rodríguez; “Vulcania”, de José Skaff; “Perdiendo el Norte”, de Nacho García Velilla; “Magical Girl”, de Calos Vermut; “El muerto y ser feliz”, de Javier Rebollo; “Madrid 1987”, de David Trueba; “Roma”, de Adolfo Aristaraín; “Fumata blanca”, de Miquel G. Borda; “Siete mil días juntos”, de Fernando Fernán-Gómez; “Todos a la cárcel”, de Luis García Berlanga; “Convivencias”, de Carlos Galenuni; “Madregilda”, de Francisco Regueiro; “El pájaro de la felicidad”, de Pilar Miró; “Un lugar en el mundo”, de Adolfo Aristaraín; “El vuelo de la Paloma”, de José Luis García Sánchez; “El viaje a ninguna parte”, de Fernando Fernán Gómez; “A la pálida luz de la luna”, de José María González Sinde, o “La vaquilla”, de Luis García Berlanga.

 

En teatro, su historial es también inabarcable. Ha participado en “El loco de los balcones” de Vargas Llosa, dirigido por Gustavo Tambasio; “Yo soy Don Quijote de La Mancha”, de José Ramón Fernández; “Dos menos”, de Samuel Benchetrich, dirigido por Oscar Martínez; “Un Picasso”, de Jeffrey Hatcher, como director y actor; “Almacenados”, de David Desola, dirigida por Juan José Afonso; “Danza macabra”, de August Strindberg dirigida por Mercedes Lezcano; “Muerte de un viajante”, de Arthur Miller, con dirección de J. C. Pérez de la Fuente; “Amadeus”, de Peter Shafer, con dirección Ángel Alonso. “Cristales Rotos”, de Arthur Miller, bajo la dirección de Pilar Miró. Interpretó en 1989 al Pacífico Pérez de “Las guerras de nuestros antepasados”, de Miguel Delibes, con dirección Antonio Jiménez Rico, y producida por el propio José Sámano.

 

 

 

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