Bailando solos

Una parte primordial de nuestra sociedad está basada en la economía, nuestras herencias económicas manipuladas por sistemas especulativos, con  normalizaciones muchas veces opacas para beneficio  de algunos poderes, nos lleva a lo que mi abuela  decía siempre y ella no era economista, pero su sabiduría  era grande por las necesidades que paso en la guerra, siempre  decía “un duro tienes un duro vales, si no tienes un duro no vales nada”.
   La economía es una cuestión de confianza. Hubo un tiempo en que creíamos que el comercio  y el intercambio estaban respaldados por el oro y la plata, pero, en realidad, siempre han estado avalados por una reserva mucho más importante: la de la confianza pública. Cuando esta es sólida, la economía  florece y el futuro nos invita a avanzar. Cuando la confianza pública se destroza, las economías no son capaces de carburar y les pasa igual que a los coches, se paran.
   La economía actual esta parada y no arranca, pero es que los mecánicos que tienen que reparar el motor son muy malos e ineptos, no solo a nivel nacional, también a nivel Europeo, nuestra sociedad no puede consentir que gente a la que les pagamos todos los meses religiosamente sus grandes sueldos, vicios, farturas, desplazamientos, y otras necesidades corporales, no sepan las reglas básicas para reparar un motor y que arranque al cuarto de vuelta.
  En mi mundo de la automoción, eso lo denominamos “pinche malo” y que seguidamente le decimos, mira chaval dedícate a otra cosa que para esto no sirves. Es lo que en estos momentos la sociedad tiene que decirles a estos individuos, ponerlos en el paro para que vean a donde están llevando a la sociedad que dirigen  y después contratarlos a todos como autónomos y pagarles por lo que valen, que seguro que nos ahorraríamos los 40.000 millones de euros que necesita la sociedad Española para sobrevivir,  de un tirón y no necesitaríamos estar perdiendo el tiempo en hablar de estructuración laboral.
    No nos quitarían la sociedad del bienestar, ni reducirían la capacidad sanitaria tan imprescindible, ni los niveles educativos tan necesarios para una sociedad  comprometida como la nuestra , ni tendríamos que escuchar todos los días la cantidad de tonterías que nos cuentan, pero para eso tenemos que realizar un paso muy significativo  como sociedad, es pedir la independencia política, esto es simple, pedir cuentas de los gastos que tienen los partidos políticos y de donde sale el dinero para el gran derroche diario que hacen todos, sin excepción, esto lo hemos pedido a nuestro rey , pero quien lo realizo con los partidos políticos y con los bancos, que están detrás de todas esas campañas multimillonarias de los partidos avalando con créditos sombra y muchas veces incobrables , bueno ya los cobran de otras maneras, al final siempre pagamos los mismos.
   Si esto qué es lo básico de la transparencia como sociedad y que nuestros líderes políticos tengan capacidad de estructurar verdaderamente nuestras necesidades sociales, sin ataduras de deudas económicas de sus partidos, no nos atrevemos hacerlo, llegaremos a un punto sin retorno, y si llegamos a ese punto, vale más que nos dejen bailar solos.



Dejar un comentario

captcha