Cuando un empresario se va…

Acaba de fallecer a los 83 años Secundino Roces Riera, empresario langreano que junto con su hermano José María fundó el grupo empresarial de "Hierros y carbones" (HICASA) dedicado fundamentalmente a la comercialización y distribución de productos como carbón y railes para ferrocarril. Como consecuencia de la expansión de la compañía Secundino Roces, que tiene una calle con su nombre en Llanera, potenció con su grupo el polígono de ASIPO liderando sus dos ampliaciones así como participó activamente en la vida empresarial de la región a través de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) de la que fue tesorero varios años.

Aunque suene a tópico he de manifestar que fue un empresario de raza, autóctono, formado sobre su propio trabajo a lo largo de toda una vida cuyo único objetivo era rentabilizar su industria.

Tuve la suerte de tratar con los hermanos Roces desde hace más de 30 años y de ellos, dicho sea de manera modesta, aprendí a conocer mejor mi tierra lo que como periodista, la verdad, me sirvió. Tenemos un amigo común con él que hoy hablé telefónicamente notando como se le escapaban las lágrimas, me refiero al que fue director comercial de la MSP y presidente dl Partido Popular de Mieres Pepín Prieto. A través de él y de mi antiguo jefe el presidente de HUNOSA Luis Tejuca entré a formar parte de la tertulia "La Amistad" que durante años presidió el empresario avilesino Manuel Alvarez "Lloriana" también ya falllecido. Una vez al mes una veintena de conspicuos ciudadanos, en su mayoría relacionados con el mundo empresarial, nos reunimos para hablar de los problemas de nuestra región. Por cierto que el único político participante es el hoy diputado Antonio Trevín.

Secundino Roces formaba parte de un grupo de asturianos que nacidos en época difícil, y sin las más mínimas facilidades, encontraron en la empresa su vocación abriendo mercados y creando riqueza para su tierra que es la nuestra pero que, sin embargo, como el tiempo no perdona la mayoría ya está en edades avanzadas.

No soy el único en el Principado a quien le preocupa la sucesión empresarial de muchas de nuestras importantes industrias dado el carácter eminentemente familiar que tienen estos grupos y a quienes a veces les sorprende el fallecimiento de su cabeza dirigente y es que Asturias no puede permitirse el lujo de prescindir de estas sinergias empresariales que tan bien reunía Secundino Roces en su figura.

El y su hermano buscaron mercados, expandieron HICASA, haciéndose, por ejemplo, con el complejo de Industrias Doy en Trubia, apostaron por una mediana compañía en lo profundo del País Vasco y patearon el mercado chino trayendo al puerto de Avilés importantes partidas de carbón coquizable.

Dada mi relación con Secundino Roces sabía perfectamente que le quedaban pocos días de vida pero siempre te sorprende la noticia de que un amigo se ha ido para siempre aunque, como digo, esperase el deceso.

Descanse en paz y un fuerte abrazo solidario a su familia.



Dejar un comentario

captcha