Cavilaciones propias

Un nuevo calendario reposa sobre el escritorio de mi despacho. Lo primero que hago una vez acomodado es leer la frase del día. Como han pasado pocos días desde que echó andar el nuevo año, aún no me encontré con ninguna anotación personal o cita. 

Todavía tengo la cabeza en desorden y los recuerdos fluyen a su libre albedrío. Todos me dicen que la vida debe seguir su curso, esas mismas palabras... ¡cuantas veces las utilice! pero el destinatario no era de mi sangre.
También se dice por rutina y llanamente por cumplir. Que cada cual lo lleve a su manera. Lo que tenia claro es que debo seguir escribiendo para matar el gusanillo y de paso llenar un tiempo que no hace mucho lo rellanaba en los bares y nunca mejor expresado. 
Este articulo es una especia de sopa de pensamientos entremezclados con la pretensión de ir calentando las yemas de los dedos para los próximos que se avecinan. Debo dar las gracias públicamente a cuantas personas me han manifestado su apoyo moral y anímico. Todos repito me han llegado a lo mas profundo de mi ser, pero por las circunstancias que atraviesan los cubanos me quedo con las llamadas recibidas tanto desde la isla como de Miami. Mis emails vetados, solo leían el titulo del asunto y éste era: "Triste noticia", así que les dejaba en ascuas. En las fabricas lo filtran todo. Seguramente, que el supervisor debió leer el contenido y se pudieron enterar. Espero que el triángulo Bruselas, Washigton y La Habana lleguen cuanto antes a un acuerdo fructífero y que el desbloqueo sea real y no cantos de sirena.
Se acercan posturas me comentan desde Miami pero como llevan mas de cinco décadas esperando por la libre circulación no solo de víveres sino también de personas, lo toman con calma, algo que les caracteriza a los cubanos. 
Nada amigos propios y los virtuales que estáis frente a la pantalla de plasma, hasta el siguiente que ya tendré la cabeza amueblada y sobretodo en orden. Buen día para todos.



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