El Fondo Monetario internacional no se pone colorado para decirle a España que debe recortar en un diez por ciento los salarios. Habría que recortarlos mucho más, sí, pero a los políticos de nuestro país, no al mileurista de turno, si no que lo pregunten a nuestros diputados que continúan sin ponerse de acuerdo sobre cómo mantener sus prebendas económicas mientras el barco se hunde y el gobierno de España con sede en La Moncloa cada vez pasa más de nuestra comunidad autónoma al decir del propio Javier Fernández, presidente del Principado, en la inauguración de la Feria de Muestras de Asturias. Dice Mercedes Fernández que por cortesía aplaudió su intervención. Faltaría más, para eso estudió en colegio de pago la presidenta del Partido Popular de Asturias empeñada ahora por órdenes de Madrid en cargarse lo antes posible a la alcaldesa de Gijón Carmen Moriyón, una cirujana con más personalidad política de lo que se creía en principio y que no actúa al uso de los políticos estereotipados a los que nos tienen acostumbrados nuestros dirigentes, incluido su jefe Francisco Alvarez-Cascos, que para eso es secretario general de Foro y hace las delicias de los juzgados porque una vez al día, por lo menos, presenta una querella en un intento, pienso que en verano, por defender su figura y su gestión.
Pero si Mercedes Fernández y su endeble gestora de Gijón se termina cargando a Carmen Moriyón como alcaldesa retirándole su apoyo tengan por seguro que será el principio del fin en Asturias del partido fundado por Manuel Fraga Iribarne. El acto inaugural de la Feria de Muestras de Asturias fue un perfecto escenario para que Javier Fernández pusiera a caldo a Mariano Rajoy y sus asimétricas decisiones sobre la financiación de las autonomías, que hasta Extremadura sale mejor parada que la nuestra. La verdad es que veo triste al presidente de los asturianos. Cierto que nunca fue la alegría de la huerta pero entre que su partido a nivel estatal anda dando bandazos, que su buen amigo y superior Alfredo Pérez Rubalcaba no levanta cabeza en las encuestas, y que el trozo de pastel autonómico cada vez es más pequeño para Asturias, no me extraña que le entre la depre. La consejera Dolores Carcedo, uno de sus mejores valores en la Administración autonómica, no se mordió la lengua en Madrid ante el ministro Cristóbal Montoro, que tío éste, además de votar en contra, pero al final no deja de ser un pataleo inútil. Hombre, si aguantáramos tal como ha ocurrido en los últimos meses, a lo mejor con la lluvia caída podrían aparecer algunos brotes verdes que el paro regional ha descendido y estamos a punto de que sean menos de 100.000 pero, como unos y otros no se cansan de repetir, urge un impulso a las infraestructuras en construcción. Vergüenza debería darle a alguien por el gigantesco atasco el pasado fin de semana, de más de 20 kilómetros, entre Unquera y Llanes. Y encima quieren que tengamos turistas.
