Por fin Mariano Rajoy salió ante la opinión pública para explicar su postura y la de la dirección del Partido Popular sobre los hipotéticos cobros de cantidades en dinero negro que se reflejan en papeles publicados en El País y atribuidos al ex tesorero Luis Bárcenas. Lo hizo ante su comité directivo, frente a las cámaras de las televisiones y sin admitir preguntas de los periodistas. Personalmente me gustaron los diez minutos de explicaciones dadas por el presidente del PP y del gobierno de la nación aunque esto, la verdad, no ha hecho más que comenzar. De todas las maneras Mariano Rajoy no se anduvo por las ramas y fue tajante a la ahora de negar que en alguna ocasión haya cobrado dinero negro o lo haya pagado. Supongo que así habrá sido puesto que si miente acaba de poner su futuro político en juego ya que si se demuestra lo contrario no tendrá más remedio que dimitir. Sobre el anuncio de que a partir de la próxima semana en la web de La Moncloa se colgarán sus declaraciones de la renta y del patrimonio no me dice nada puesto que de existir cantidades en B nunca se reflejarían en tales documentos oficiales.

Ahora hay que estar atentos a la deriva de este affaire con un imprevisible Luis Bárcenas que, por lo visto, lleva unos días dándose la gran vida en su chalet de Baqueira Beret. La verdad es que en un sentido o en otro el daño está hecho y el Partido Popular tardará en recuperarse del mismo. Mariano Rajoy no moverá en un tiempo ficha alguna porque necesita de la unión de los suyos incluida la ministra Ana Mato. Lo que me parece sorprendente es la filtración de documentos, papeles, informes, etc. que están llegando por extraños caminos a los medios de comunicación en estos momentos en una clara ofensiva contra el partido en el gobierno. Documentos de la policía, de antiguos dirigentes, de la Justicia, etc, algo más propio de un país bananero que del que fuera la novena potencia industrial del mundo mundial. Por ejemplo, personalmente me sorprendió hace unos días que el presidente de la Comisión parlamentaria sobre el caso Marea, el diputado de UPyD Ignacio Prendes, se apresurase a comunicar a los medios que acababa de recibir un anónimo contra el gerente de la Universidad Eusebio González al que, por cierto, daba poca credibilidad. Lo lógico en un abogado -Ignacio Prendes lo es- hubiese decidido enviar el anónimo a la fiscalía y callarse la boca hasta saber la postura de la misma no poniendo de manera ligera a circular el nombre del gerente lo que en mi opinión significa colocarle de manera gratuita en el ojo del huracán.

El próximo dos de marzo el PP local celebrará su congreso pasando el testigo de la presidencia de Gabino de Lorenzo a Agustín Iglesias Caunedo camino, lo vengo diciendo desde hace tiempo, de alcanzar en su día la presidencia regional. Por cierto, noto que algunos dirigentes populares se hacen los suecos a la hora de defender la honestidad de Francisco Alvarez-Cascos cuando era secretario general del PP mientras ponen la mano en el fuego por el resto de dirigentes. Me parece una actitud mezquina. ¿O van a decirme que no?.