“La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices”.

(Palabras de María Clemencia Rodríguez de Santos en la Primera Conferencia Latinoamericana de Bancos de Alimentos)

 

“Hace poco leí una frase de Albert Einstein que me llamó mucho la atención”.

Decía: “La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices”.

Y me llamó la atención porque, de alguna manera, coincide con el concepto que tuvimos en cuenta cuando diseñamos el programa de atención a la primera infancia “De Cero a Siempre”, con el que estoy vinculada de manera especial.

Porque, para alcanzar el progreso, necesitamos primero pensar en una atención adecuada para que nuestros niños crezcan y se desarrollen bien.

Y sólo garantizando que se alimenten correctamente, que crezcan en un entorno adecuado y feliz, podremos aspirar a ser un país más desarrollado, donde la equidad y la prosperidad dejen de ser ideales para convertirse en positivas realidades.

Eso, precisamente, es lo que buscamos con nuestro programa de atención a la primera infancia, que tiene un componente muy importante de seguridad alimentaria y nutrición.

Porque la buena y adecuada alimentación –que incluye, entre otras cosas, lactancia materna al menos en los primeros seis meses de vida–, es en gran parte la clave para un crecimiento y desarrollo adecuados.

La falta de nutrientes y vitaminas tienen un impacto negativo en el desarrollo de los niños y afecta directamente su sistema inmune, lo que disminuye el desarrollo intelectual y lleva a incrementar los índices de mortalidad.

Para prevenir esas situaciones, estamos implementando tres acciones dentro del programa “De Cero a Siempre”:

La primera busca que la atención a la familia y al niño mejore significativamente, es decir, que exista un seguimiento niño a niño para garantizar que se están generando las condiciones para que su adecuado desarrollo.

La segunda tiene que ver con incluir estrategias de formación a todos los agentes y personal que en algún momento de la vida tienen contacto con los niños, para que se formen en lo que son las buenas prácticas alimentarias y la importancia del desarrollo nutricional.

Y la tercera acción se refiere al mejoramiento y ampliación del servicio de alimentos que se ofrece en los jardines infantiles, salas de desarrollo y hogares del Bienestar familiar, para garantizar que los niños reciban los nutrientes que requieren de acuerdo con su edad.

Con todo esto queremos evitar que más niños mueran o que crezcan con deficiencias por falta de una adecuada alimentación.

En países en desarrollo, la desnutrición es la causa de 5,1 millones de muertes de niños menores de 5 años.

Eso significa que cada seis segundos un pequeño muere a causa de la malnutrición o por causas relacionadas.

En Colombia unos cinco mil niños mueren al año por desnutrición y el 9 por ciento de los menores de cinco años padecen este mal.

Como consecuencia de esa desnutrición crónica, más del 13 por ciento sufre de retraso en el crecimiento.

Además, uno de cada 4 niños entre los 6 meses y los 5 años sufre de anemia.

Por eso la presencia y el trabajo de los bancos de alimentos es esencial para ayudarnos a disminuir esas cifras.

Y así lo han hecho de forma realmente admirable.

Sólo en el 2010, la Asociación Colombiana de Bancos de Alimentos –Abaco– entregó más de 20 mil toneladas de comida, que mejoraron la situación de miles de compatriotas.

¡Qué gran labor la que hacen para combatir el hambre, ese terrible flagelo que aún nos azota!
 
Y qué importante iniciativa ésta de convocar –junto a The Global Foodbanking Network– la primera conferencia latinoamericana para compartir las mejores prácticas y experiencias en modelos de gestión para reducir el impacto negativo de la mala alimentación y la desnutrición.

Los bancos de alimentos de los diez países que están agrupados en The Global Foodbanking Network han desarrollado constructivas alianzas con empresas y con los gobiernos, para atender a los que más lo necesitan.

Por eso debemos extender también nuestra gratitud a todos los que han apoyado esta noble iniciativa.

Termino recordando el compromiso que debe tener la sociedad con la primera infancia:

Son cerca de 2 millones 800 mil menores de cinco años los que viven en condiciones de vulnerabilidad, y sólo un poco más del 20 por ciento de estos –es decir unos 600 mil– reciben una atención integral.

Nuestro propósito, en el programa De Cero a Siempre, es lograr duplicar esa cifra y que se atiendan al menos un millón 200 mil para el año 2014.

Pero pueden ser más, ¡deben ser más!, con el apoyo de la empresa privada y con iniciativas tan valiosas como los bancos de alimentos.

Los invito, con todo el entusiasmo, a que volquemos toda la atención a nuestra infancia, en los años definitivos de su existencia.

Sólo así –como decía Einstein– podremos hablar, sin decirnos mentiras, de la palabra “progreso”.

Muchas gracias”.

 

*Primera Dama de Colombia



2 comentarios

  • # sonia Responder

    30/11/2011 20:58

    Somos muchos/as los que creemos en esto, desde Barcelona, 90 millones de gracias!

  • # Inma Eiroa Responder

    01/12/2011 19:56

    Me consta Sonia, y es lo que hace la iniciativa de 90mn90d aún más especial :-) Enhorabuena y ánimo... queda un mes!!!!

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