Gijón.-A partir de las 4 de la tarde, los 69 barcos de la Mini Transat 650 han ido saliendo paulatinamente el Puerto Deportivo de Gijón y puesto rumbo a la localidad coruñesa de Sada, donde tendrá lugar la salida de la prueba el próximo 12 de Noviembre
La flota ha permanecido amarrada en Gijón durante cinco días, después de buscar refugio en el Puerto Deportivo de la ciudad, a causa del fuerte temporal que azotó el Golfo de Vizcaya y la costa gallega la semana pasada. Gijón se encuentra situado en una zona estratégica de la costa norte peninsular y es un puerto de abrigo de referencia para los barcos que navegan por el mar Cantábrico
La previsión meteorológica para las próximas 36 horas en el área del Cantábrico es de vientos fuertes del Oeste, por lo que se espera que la navegación de 140 millas que separan Gijón de Sada será incómoda, con dos pasos complicados como son: La Estaca de Bares y el Cabo de Ortegal.
Por primera vez en la historia de la Mini Transat 650, un puerto español será el punto de partida de la prueba. Pero este no es el único cambio en la presente edición. En la última reunión mantenida entre patrones y organización se ha acordado no hacer escala en Lanzarote como estaba previsto, aunque si tendrán que virar una boya en las proximidades de la isla y continuación seguir directamente hasta Point a Pitre, en Isla Guadalupe, final de la regata.
Esta decisión supone un cambio total de planes para los solitarios, tanto en lo que respecta a la navegación, pues se calcula que tardaran más o menos un mes en recorrer las aproximadamente 3700 millas que separan Sada de las Antillas Francesas, como en el almacenaje de víveres que tenían previsto realizar en Lanzarote, sobre todo en los productos pereceros que tendrán que subir a bordo antes de la salida en Sada.