Los Grandes Veleros se abren a Barcelona

Los Grandes Veleros se abren a Barcelona

Los 28 barcos representantes de la vela tradicional reciben a cientos de visitantes en el primer día de la Mediterranean Tall Ships Regatta en la ciudad.

Las jóvenes tripulaciones muestran a los visitantes su forma de vivir la aventura formativa de la vela tradicional y el encanto de los barcos antiguos.

En la exposición “Barcelona Navega” del Portal de la Pau, el público conoce de cerca los programas y las actividades educativas que se desarrollan en base al entrenamiento en la vela y navegación tradicionales.

 

El primer día de la apertura oficial de las actividades de la Mediterranean Tall Ships Regatta ha congregado a miles de barceloneses que han acudido al Portal de la Pau, frente a la estatua de Colón, donde está instalado el villagede la regata. Hasta el 24 de septiembre, los barcos permanecerán amarrados en el Port Vell de Barcelona abiertos al público en determinados horarios. El día 24, coincidiendo con la festividad de La Mercè, los 28 barcos desfilarán por el frente marítimo de la ciudad para tomar la salida de la primera etapa de la regata que les llevará al puerto francés de Toulon.

En la carpa central esférica se exponen diversas actividades de los organizadores y patrocinadores de la regata. Junto a ella se extienden las carpas de la exposición “Barcelona Navega”. Allí se muestra al público información de la Barcelona World Race, el Programa Educativo para los más jóvenes y el Compromiso con el Medio Ambiente de la regata. El público puede participar en las actividades gratuitas y totalmente abiertas a todos, así como encontrar información sobre las actividades del Consorci El Far - que expone frente a la carpa sus dos muletas, embarcaciones de trabajo como los laúdes de vela latina que trabajaban tanto en el mar como en los ríos, la Dúnia y la Mare Nostrum - y la Fundació Navegació Oceànica Barcelona, entidades que organizan el acontecimiento en Barcelona conjuntamente con la Sail Training International (STI).

 

Las jóvenes tripulaciones, protagonistas

 

Pero los grandes protagonistas de estas jornadas festivas son los majestuosos Grandes Veleros (también conocidos por su nombre en inglés tall ships) y, sobre todo, sus tripulaciones. Son barcos dedicados a la enseñanza de la vela tradicional, con programas muy variados que tienen como denominador común la formación en los valores de la convivencia, el respeto al mar y su entorno, la asunción de riesgos controlados, el desarrollo de la confianza en uno mismo y en la labor de equipo.

Son valores que todos los tripulantes destacan. Como el estadounidense Rob Blair, que navega como aprendiz en el Santa María Manuela, barco en el que decidió embarcarse después de conocer su programa en una concentración en Ámsterdam. Tres años más tarde, está viviendo la experiencia de navegar como tripulante aprendiz por la costa mediterránea. Ha navegado de Málaga a Barcelona y ahora se muestra ilusionado por participar en la Mediterranean Tall Ships Regata. Durante la travesía, Rob se encarga de ayudar a la tripulación profesional, de la cual destaca su calidad y simpatía: “Siempre me he sentido muy integrado en el equipo. Es fantástico ver como reina el respeto mutuo y compañerismo”. Venir a Barcelona ha sido una de las motivaciones para participar en esta aventura: “Además de conocer la ciudad, espero poder tomar contacto con otras embarcaciones clásicas. Quién sabe si para navegar en ellas en el futuro.”

 

Vídeo de la STIhttp://www.sailtraininginternational.org/news/gallery-list/films

 

El Santa Eulàlia, testigo de varias páginas de la historia marítima de Barcelona y el Mediterráneo

 

Uno de los grandes atractivos de la visita al Port Vell es también poder apreciar de cerca y subir a bordo de barcos que han escrito la  historia de la vela de los últimos dos siglos. Para los barceloneses tiene un entrañable interés la goleta de tres palos Santa Eulalia. Restaurada por el Museu Marítim de Barcelona (MMB) y amarrada en el Moll de la Fusta ya forma parte del skyline marítimo de Barcelona. Este pailebote fue construido en 1918 para transportar mercancías por el Mediterráneo y en dos ocasiones navegó hasta Cuba. Durante la Guerra Civil también se usó para hacer estraperlo e incluso fue armado con un cañón.  En su historia más reciente, ha servido para trabajos submarinos y actualmente es un barco escuela gestionado por el MMB que tiene como objetivo mostrar la vela clásica a los ciudadanos. A sus 95 años, este emblemático velero está abierto durante todo el año a todos los ciudadanos que deseen visitarlo o navegar en él. En gran parte su funcionamiento se debe a los voluntarios del MMB que participan en sus tareas de mantenimiento.

Su primer oficial, Francisco José Bravo, comenta que tras los JJOO del 92, Barcelona se empezó a abrir al mar, pero en la vela clásica hay que seguir trabajando: “Aun queda camino, especialmente con la vela clásica, y la Mediterranean Tall Ships es una  fiesta, una concentración de barcos, tripulaciones y gente añadida que ofrece una gran oportunidad para poder descubrir barcos tradicionales.”

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