Por Marta/AM.-La calle Cavo Noval no era la de todos los días esta mañana. Agentes de la policía Local cortaban en paso al tráfico desde la esquina del Rosal hasta la calle Marqués de Santa Cruz. Y es que hoy, como cada año, se rindió  homenaje a de Luis Noval Ferrao, que murió un día como hoy en un acto heroico en Melilla durante la guerra del Rif, hace 103 años. Como si el tiempo lo supiera, hoy ya amaneció en Asturias con su tono habitual, el gris, un color propicio para recordar la muerte de un soldado.

Con puntualidad inglesa y rigor militar sonaba esta mañana, a las 11:30,  el toque de corneta que daba inicio del homenaje. La calle estaba teñida de tonos verdes, entre el uniforme militar y las plantas de las macetas y las hojas de los árboles, sólo destacaba el rojo des sus pañuelos y de las banderas que algunos de ellos portaban.

A ambos lados de la calle se agolpaban varios espectadores, unos inquietos por no poder cruzar la calle y otros expectantes queriendo retratar el acto. Por supuesto que se sabía quiénes eran los familiares de las Unidades del Regimiento de Infantería Príncipe 3 que desfilaban, ya que no podían  disimular el orgullo que sentían al ver a su hijo, su novio o su hermano, a los que no paraban de perseguir para fotografiar o garbar a cada segundo.

Tras la lectura del relato histórico y del desfile militar, el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez,  también le tocó participar en el acto,  colocando una corona de laurel. Después los soldados volvieron a formar y desfilaron ante todos los presentes, provocando la exaltación del sentimiento español, ya que alguno no pudo reprimirse el gritar “viva España. Sois el orgullo del país. Gracias a vosotros tenemos paz”.

Y es que es inevitable  que a más de uno se le erice la piel en los actos militares, ya sea por el sentimiento nacional, por la admiración hacia los militares o por la simple razón de estar ante un colectivo para el que el ejército no es solo un trabajo, sino una forma de vida.