Bonos para atraer la inversión en infraestructuras, propuesta europea

Bonos para atraer la inversión en infraestructuras, propuesta europea

Cuando los bancos no prestan dinero y los gobiernos no invierten, los bonos podrían ser una alternativa para las empresas implicadas en proyectos de creación de infraestructuras europeas a largo plazo que tengan dificultades para obtener fondos. Para que los bonos sean atractivos para los inversores, la UE prevé dotarlos de ciertas garantías. Los eurodiputados debaten en estos momentos el lanzamiento de una fase piloto para los primeros bonos europeos comunes de proyecto.

 

Los bonos europeos comunes de proyecto, que fueron anunciados por el Presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durão Barroso en su discurso sobre el Estado de la Unión, se diferencian de los bonos de estabilidad en que serían emitidos por empresas privadas y se destinarían a financiar las importantes necesidades de infraestructuras y proyectos estructurales europeos (carreteras, líneas de ferrocarril, gaseoductos, instalaciones de banda ancha...).

 

En cuanto a los bonos de estabilidad, los emite la Unión Europea con el fin de financiar los déficits presupuestarios.

 

Llenar el vacío

 

Según cálculos de la Comisión Europea, serían necesarios entre 1.500 y 2.000 millones de euros anuales para modernizar el conjunto de las infraestructuras europeas de aquí a 2020. Sin embargo, el mercado sólo provee entre 60.000 y 80.000 millones al año.

 

Para llenar el vacío entre los fondos disponibles y las necesidades estimadas serían necesarias más inversiones, pero el contexto económico actual no las facilita. Por un lado, las inversiones públicas se están recortando debido a la crisis; por otro, los bancos también han recortado los préstamos, ya que necesitan ellos mismos el capital. A todo ello se suma una mayor cautela frente a los riesgos por parte de los inversores, y el nivel de riesgo de las inversiones en infraestructuras es elevado.

 

El ponente en el Parlamento Europeo sobre bonos europeos comunes de proyecto, el eurodiputado socialista sueco Göran Färm, subraya que la UE necesita "encontrar otras formas de movilizar el capital de inversión, y una de ellas son los bonos".

 

El sistema funcionaría de la siguiente forma: el Banco Europeo de Inversiones proporcionaría garantías a los proyectos, para minimizar los riesgos ligados a la inversión privada, lo que elevaría la calificación de la deuda del nivel más bajo (BBB) hasta, al menos, la A. Eso haría que la inversión resultara atractiva asimismo a inversores institucionales.

 

Efecto multiplicador

 

Para Färm, "los fondos europeos reducirán al mínimo los riesgos de que los inversores pierdan su dinero", y además tendrían un efecto multiplicador. En su opinión, "un euro del presupuesto europeo podría movilizar entre 15 y 20 de fondos privados de pensiones y otros inversores".

 

Antes de que el sistema de bonos europeos comunes de proyecto sea plenamente operativo, lo que está previsto para 2014, se prevé una fase piloto en la que serían elegibles para participar entre cinco y diez proyectos sobre transporte, energía y banda ancha, de los que se espera que movilicen unos 4.600 millones de euros a partir de una contribución de los presupuestos europeos de 230 millones.

 

Una aportación que, como remarca Färm, "es el máximo coste para el presupuesto de la UE", aunque "si los proyectos tienen éxito, podrían resultar en ingresos".

 

La mayoría de los eurodiputados apoyan la idea, aunque algunos alertan de posibles peligros. La presidenta de la comisión parlamentaria de Asuntos Económicos y Monetarios, la liberal británica Sharon Bowles, aclara que "en esencia, habrá una garantía comunitaria limitada para las primera pérdidas", que, en cualquier caso "no representa una desaparición de los riesgos".


Sin embargo, el checo del grupo parlamentario de los Conservadores y Reformistas Europeos Ivo Strej?ek explica que para su grupo estos bonos se servirían de fondos europeos para elevar aún más las deudas de los gobiernos y fomentar proyectos que serían respaldados con dinero de los contribuyentes

 

FOTO: Parlamento europeo

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