El megacontrato de 7.240 millones para El Tallerón de Gijón: 536 vehículos militares y una oportunidad histórica para la industria asturiana

El megacontrato de 7.240 millones para El Tallerón de Gijón: 536 vehículos militares y una oportunidad histórica para la industria asturiana

Asturias vuelve a situarse en el centro del mapa industrial español con un contrato de dimensiones históricas. La unión liderada por Indra junto a Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) ha logrado un megacontrato de 7.240 millones de euros para la modernización de la artillería del Ejército español, un encargo que tendrá como pieza clave El Tallerón de Gijón y que garantiza carga de trabajo hasta, al menos, el año 2034.

Más allá de la cifra global, el contrato supone la fabricación de 536 vehículos militares, lo que convierte este programa en uno de los mayores proyectos industriales vinculados a la defensa desarrollados nunca en Asturias.

Dos grandes programas, un mismo epicentro: Gijón

El contrato se articula en dos grandes programas de artillería autopropulsada:

  • Artillería autopropulsada sobre cadenas (ATP Cadenas), con un presupuesto de 4.554 millones de euros.

  • Artillería autopropulsada sobre ruedas (ATP Ruedas), dotado con 2.686 millones de euros.

En ambos casos, Indra actuará como “plataformista”, encargándose de la construcción e integración de los vehículos, mientras que Escribano M&E desarrollará el módulo de artillería, que incluye el cañón y los sistemas de disparo.

El Tallerón de Gijón, donde Indra ha instalado la sede de su nueva división Land Vehicles, se convierte así en el centro de referencia del proyecto, consolidando su papel como nodo industrial estratégico dentro del sector de defensa terrestre.

Qué se va a fabricar: mucho más que obuses

El alcance industrial del contrato va mucho más allá de los obuses propiamente dichos. El programa sobre cadenas contempla la fabricación de 343 vehículos, repartidos entre obuses, vehículos de municionamiento, recuperación, puestos de mando y unidades específicas de mantenimiento, además de simuladores, sistemas de instrucción, equipamiento logístico y formación para las tripulaciones.

Por su parte, el programa sobre ruedas incluye 193 vehículos, con obuses autopropulsados sobre chasis de alta movilidad (8x8 o 10x10), vehículos de apoyo logístico, recuperación y mantenimiento, junto a los correspondientes sistemas auxiliares.

En conjunto, el contrato dibuja un ecosistema industrial completo, que abarca desde la fabricación pesada hasta la integración electrónica, la simulación y el sostenimiento a largo plazo.

Tecnología, transferencia de conocimiento y proyección futura

Para el sistema sobre cadenas, Indra y Escribano recurrirán inicialmente a una plataforma externa de probada eficacia, con el objetivo de acelerar los plazos del programa. Sin embargo, uno de los elementos estratégicos del contrato es la transferencia de tecnología, que permitiría a las empresas españolas desarrollar capacidades propias y posicionarse en el mercado internacional en el medio y largo plazo.

En el caso del sistema sobre ruedas, la opción con más peso es un camión militar de alta movilidad desarrollado en colaboración entre Indra y Rheinmetall MAN Military Vehicles, mientras que Escribano se encargará del desarrollo de la pieza de artillería.

Este enfoque refuerza el papel de Asturias como territorio clave en la cadena de valor de la defensa, al concentrar fabricación, integración, I+D y munición en un radio geográfico reducido.

Impacto directo en el empleo y en el tejido industrial asturiano

El efecto del contrato en Asturias va mucho más allá del Tallerón. La consolidación de Gijón como polo de vehículos terrestres, la presencia de Escribano M&E en Avilés con actividades de investigación y desarrollo, y la factoría de munición de Rheinmetall en Trubia dibujan un triángulo industrial de defensa con un enorme potencial tractor.

Las previsiones apuntan a un crecimiento significativo del empleo, tanto directo como indirecto, con la creación de cientos de puestos de trabajo industriales cualificados y un impacto claro en empresas auxiliares de metalmecánica, electrónica, logística, mantenimiento y servicios avanzados.

Para Asturias, esto supone recuperar una de sus grandes fortalezas históricas: la industria pesada y tecnológica, pero adaptada al siglo XXI y con una proyección sostenida en el tiempo.

Mucho más que un contrato: una oportunidad de país… y de región

En un contexto de aumento del gasto en defensa y de refuerzo de las capacidades industriales europeas, este megacontrato coloca a Asturias en una posición privilegiada. No se trata solo de fabricar vehículos militares, sino de reconstruir músculo industrial, atraer talento, fijar población y generar actividad económica estable durante la próxima década.

El reto ahora no es menor: convertir este contrato en una base sólida para el resurgir industrial asturiano, asegurando que la carga de trabajo se quede en la región, que la formación acompañe a la demanda y que, tras 2034, haya nuevos programas que mantengan viva la maquinaria.

El Tallerón vuelve a sonar a futuro. Y esta vez, con cifras y plazos que invitan a tomárselo muy en serio.

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