El Principado culmina el Plan Complementario de Energía con dos grandes consorcios liderados por ArcelorMittal y Atox, que sitúan a Asturias como banco de pruebas europeo para la descarbonización industrial
Asturias ha dado un paso decisivo para consolidarse como uno de los territorios clave en el desarrollo de tecnologías de hidrógeno renovable aplicadas a la industria. El Gobierno del Principado ha culminado el Plan Complementario de Energía con la creación de dos consorcios científico-industriales que han movilizado más de siete millones de euros, reforzando un ecosistema de I+D orientado directamente a la industria verde y descarbonizada.
El consejero de Ciencia, Industria y Empleo, Borja Sánchez, ha presentado este lunes en Puertollano (Ciudad Real) los resultados de un programa que permite a Asturias contar con capacidades tecnológicas singulares, alineadas con los objetivos climáticos de la Unión Europea y pensadas para su aplicación real en entornos industriales.
Investigación aplicada, colaboración y músculo industrial
Uno de los rasgos diferenciales del programa es su enfoque: investigación útil, aplicada y en colaboración público-privada. Nada de proyectos teóricos. Aquí se investiga para producir, transformar y descarbonizar procesos industriales reales.
El plan se ha articulado como una misión científica, canalizada a través de dos consorcios integrados por 13 empresas, centros tecnológicos e instituciones, y liderados por ArcelorMittal y Atox Sistemas de Almacenaje.
La financiación pública ha alcanzado los cinco millones de euros —3,6 millones procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y 1,4 millones aportados por el Principado—, a los que se ha sumado inversión privada adicional, elevando el volumen total por encima de los siete millones.
H2Asturias: una planta piloto única en el corazón industrial de Gijón
El proyecto de mayor envergadura es Hydrogen Hub Asturias (H2Asturias), liderado por ArcelorMittal y con la participación de empresas industriales asturianas como Magnadea, Iturcemi, H2Vector e Idesa, además del centro tecnológico Idonial, la Universidad de Oviedo y el Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (Incar-CSIC).
Con un presupuesto global de 6,6 millones de euros para tres años —más de 4,7 millones de financiación pública—, el proyecto ha permitido poner en marcha una infraestructura científica singular en el entorno industrial del GasLab de ArcelorMittal, en Gijón.
Esta planta piloto se ha convertido en un auténtico banco de pruebas para:
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La recuperación y valorización de gases industriales ricos en CO₂.
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La transformación del dióxido de carbono en combustibles.
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El desarrollo de modelos digitales avanzados de predicción.
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El estudio del comportamiento de nuevos materiales en contacto con hidrógeno.
El equipamiento está abierto a investigadores y empresas y ya es utilizado por grupos nacionales e internacionales, lo que refuerza la proyección exterior del ecosistema científico-industrial asturiano.
Aunque el Plan Complementario llega a su fin, H2Asturias continuará activo, con el objetivo de afianzar a Asturias como territorio de referencia en soluciones tecnológicas para la descarbonización industrial.
CMIX-H2: hidrógeno renovable para procesos industriales reales
El segundo proyecto, CMIX-H2, está liderado por Atox Sistemas de Almacenaje, junto a Táctica de Desarrollo Industrial y grupos de investigación de la Universidad de Oviedo.
Su objetivo ha sido desarrollar un sistema de combustión mixta intensivo en hidrógeno renovable, aplicado a procesos de secado industrial, combinando energía solar y electrolizadores modulares.
El proyecto ha contado con un presupuesto de 419.000 euros, de los que algo más de 300.000 euros proceden de financiación pública, y supone un avance tangible en la sustitución de combustibles fósiles en procesos industriales de alta demanda energética.
Talento, especialización y futuro industrial
Más allá de los desarrollos tecnológicos, el plan ha dejado un impacto estructural en el territorio. Entre sus principales logros destacan:
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La especialización de equipos científicos y técnicos en tecnologías de producción y uso industrial del hidrógeno.
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La generación y atracción de talento altamente cualificado.
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El refuerzo de la colaboración estable entre empresas, universidad y centros de investigación.
Borja Sánchez ha subrayado que este programa ha permitido “dotar a Asturias de la capacitación tecnológica necesaria en el ámbito del hidrógeno renovable para avanzar hacia una industria verde y descarbonizada”.
Un esfuerzo coordinado a escala nacional
Asturias ha desarrollado este programa en coordinación con otras comunidades y organismos, como País Vasco, Aragón, Castilla-La Mancha, Canarias, Navarra, Extremadura, Cantabria, Castilla y León, Comunidad de Madrid y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), consolidando una red nacional de conocimiento y desarrollo tecnológico en energías limpias.
Con estos proyectos, Asturias no solo investiga el futuro: lo prueba, lo industrializa y lo pone al servicio de su tejido productivo. Y eso, en plena transición energética, es jugar en primera división.
