Una mujer acudió a un entierro en el concejo de Llanes y salió del cementerio con los dos pies fracturados, una intervención quirúrgica, más de un año de rehabilitación y una indemnización que ahora fija el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA): 27.251 euros. El motivo: cayó dentro de una sepultura tras ceder la losa que la cubría, en un episodio que la propia sentencia califica de “macabra confusión” que se habría podido evitar con medidas mínimas de señalización.

Un sepelio multitudinario, lluvia intensa y una tumba que parecía un pasillo

El accidente ocurrió en septiembre de 2023, durante un entierro con gran afluencia de personas y bajo fuertes lluvias. Según recoge la resolución judicial, la sepultura en cuestión se encontraba a un nivel distinto al resto, tan bajo como el propio suelo destinado al tránsito. Esa circunstancia hacía fácil confundirla con un pasillo, especialmente con el terreno mojado, la visibilidad reducida y la presión de gente avanzando.

Varios asistentes pisaron la cubierta sin advertir el riesgo hasta que la losa cedió, provocando la caída de la mujer al interior de la tumba.

Una caída de dos metros y medio y lesiones graves en ambos pies

La víctima se precipitó a unos dos metros y medio de profundidad, sufriendo fractura de ambos calcáneos, los huesos del talón, con desplazamiento. Fue sometida a cirugía y comenzó un largo proceso de recuperación que incluyó hospitalización, reposo forzoso, fisioterapia y rehabilitación continuada.

La sentencia detalla que la mujer padeció 367 días de perjuicio moderado, es decir, más de un año con importantes limitaciones funcionales y una clara merma de su calidad de vida.

De 55.000 a 27.000 euros: el giro del Tribunal

En una primera resolución, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 1 de Oviedo dio la razón íntegra a la afectada y fijó una indemnización superior a los 55.000 euros. Sin embargo, el Ayuntamiento de Llanes recurrió la sentencia, alegando que el accidente se produjo por una falta de diligencia de la propia víctima, al situarse sobre una lápida y fuera de los pasillos habilitados para el tránsito.

El TSJA acepta parcialmente ese argumento, pero también señala deficiencias claras en la actuación municipal. La Sala subraya que una señalización “muy elemental o rudimentaria, y por ende de escaso coste” habría ayudado a evitar el accidente, y recuerda que la gran afluencia de personas en un entierro no es una situación excepcional, por lo que la Administración debía haber previsto medidas preventivas adicionales.

Culpa compartida al 50%

Al mismo tiempo, el tribunal considera que la mujer también incurrió en una falta de precaución, al colocarse en una zona con un desnivel apreciable respecto al suelo, un detalle que, según la sentencia, “debería haber sido un elemento de llamada de atención”.

Por ello, el TSJA aplica la figura de la concurrencia de culpas y reparte la responsabilidad al 50% entre el Ayuntamiento y la víctima, reduciendo a la mitad la indemnización inicialmente concedida.

Indemnización final y mensaje claro

La cuantía definitiva queda fijada en 27.251 euros, cantidad que incluye el daño corporal, las secuelas permanentes y la pérdida de calidad de vida, aunque excluye determinados gastos que no se consideran directamente vinculados al accidente.

El fallo deja un mensaje nítido: los riesgos previsibles deben prevenirse, especialmente en espacios públicos donde confluyen personas, emociones y circunstancias adversas. Porque, como demuestra este caso, una señal que no se pone a tiempo puede acabar saliendo muy cara.