El último día de paros deja un fuerte impacto en la sanidad asturiana, con cifras enfrentadas sobre el seguimiento y el anuncio de nuevas movilizaciones en enero si el Ministerio no rectifica la reforma del Estatuto Marco

Asturias cerró ayer viernes cuatro días consecutivos de huelga médica con un balance que, según el Sindicato Médico Profesional de Asturias (SIMPA), se dejará notar de forma directa en las listas de espera con las que el sistema sanitario público despedirá el año: más de 7.000 consultas de especialidades suspendidas y alrededor de 200 intervenciones quirúrgicas aplazadas.

El conflicto, que se ha desarrollado de manera paralela en todo el país, tiene su origen en la propuesta del Ministerio de Sanidad para reformar el Estatuto Marco, la norma que regula las condiciones laborales del personal sanitario. Los médicos consideran que el texto no reconoce la singularidad de su trabajo y denuncian jornadas interminables, guardias infraremuneradas y falta de capacidad real de negociación.

Cifras enfrentadas sobre el seguimiento

El seguimiento del cuarto y último día de huelga, celebrado ayer, volvió a evidenciar la brecha entre los datos oficiales y los sindicales.

La Consejería de Salud del Principado situó el seguimiento en el 13,5% del total de la plantilla médica del SESPA, un punto por encima del registrado el día anterior y en niveles similares a los de las jornadas previas.

Por su parte, el SIMPA elevó el impacto hasta el 67% de seguimiento en hospitales y el 50% en Atención Primaria, al calcular únicamente sobre los facultativos que podían secundar el paro, excluyendo servicios mínimos, bajas y vacaciones.

Esta diferencia de criterios ha sido una constante durante toda la huelga y explica la disparidad de porcentajes ofrecidos a lo largo de los cuatro días.

Manifestación en Oviedo y clima de hartazgo

La protesta se hizo visible también en la calle. Cientos de médicos se manifestaron durante la semana por el centro de Oviedo en una marcha convocada por la Plataforma Médicos del SESPA, coincidiendo con las jornadas centrales del paro.

El presidente del SIMPA, José Antonio Vidal, calificó el balance global de la huelga como “satisfactorio” y cifró en torno al 53% la media de seguimiento en hospitales y entre el 38% y el 40% en Atención Primaria durante el conjunto de los paros. A su juicio, estas cifras reflejan “el hartazgo del personal médico” y su disposición a prolongar el conflicto si no hay cambios sustanciales.

Asturias en el contexto español: un conflicto de alcance nacional

Lo ocurrido en el Principado se enmarca en una huelga médica de ámbito estatal. Durante esta semana, el paro se ha desarrollado en la mayoría de comunidades autónomas y ha tenido un impacto asistencial significativo en varias de ellas.

En territorios como Madrid, el balance de las cuatro jornadas de huelga supera las 22.000 consultas anuladas, más de 1.500 intervenciones quirúrgicas suspendidas y miles de pruebas diagnósticas aplazadas. En otras comunidades, como Murcia, se han contabilizado en torno a 11.000 consultas canceladas, mientras que en áreas insulares cientos de pacientes se han visto afectados tanto en atención hospitalaria como en primaria.

En este contexto, Asturias se sitúa entre las comunidades con impacto relevante, aunque no extremo, lo que refuerza la idea de que el conflicto responde a un malestar generalizado del colectivo médico en toda España.

El núcleo del enfrentamiento: el Estatuto Marco

El principal punto de fricción es la reforma del Estatuto Marco impulsada por el Ministerio de Sanidad. Mientras el departamento que dirige Mónica García defiende que la norma busca modernizar y ordenar las condiciones laborales del personal sanitario, los sindicatos médicos denuncian que el texto diluye las particularidades del ejercicio médico.

Entre las principales reivindicaciones figuran:

• El reconocimiento de la jornada real de trabajo.

• La regulación y retribución de las guardias.

• El reconocimiento profesional diferenciado.

• La capacidad de negociación específica del colectivo.

Sanidad mantiene su disposición al diálogo, pero insiste en que no habrá un estatuto propio exclusivo para médicos, una línea roja que los convocantes consideran inaceptable.

La novedad tras el cierre de ayer: enero en el horizonte

La principal novedad tras el cierre de la huelga es que el conflicto sigue abierto. Los sindicatos médicos han anunciado nuevas jornadas de paro para los días 14 y 15 de enero y no descartan una huelga indefinida si no se producen avances reales en la negociación.

Este escenario convierte el final de los paros en Asturias no en un punto final, sino en un punto y seguido, con el riesgo de que el impacto sobre la actividad asistencial se traslade al arranque de 2026.

Consecuencias inmediatas: listas de espera

La propia Consejería de Salud ha reconocido que las suspensiones acumuladas durante los cuatro días de huelga se dejarán notar en las listas de espera, aunque todavía no ha cuantificado el alcance exacto del impacto. La reprogramación de consultas y cirugías se afrontará en un sistema ya tensionado, especialmente en determinadas especialidades.

Un conflicto sin cerrar

Con la huelga ya finalizada, la sanidad pública asturiana entra ahora en una fase de incertidumbre. Los médicos advierten de que no darán marcha atrás sin cambios sustanciales y el Ministerio mantiene su negativa a modificar el núcleo de la reforma.

Mientras tanto, miles de pacientes esperan la reprogramación de citas y operaciones, y el calendario avanza hacia un enero que amenaza con reabrir el conflicto sanitario en toda España.