La Policía Nacional culmina la segunda fase de la investigación por los altercados del ‘corteo’ en el Carlos Tartiere, con ultras de Oviedo y Valladolid implicados
La Policía Nacional ha detenido a tres nuevos aficionados por su participación en los graves incidentes violentos registrados el pasado 21 de junio, en los momentos previos al partido de vuelta del playoff de ascenso a Primera División entre el Real Oviedo y el Club Deportivo Mirandés, disputado en el estadio Carlos Tartiere y declarado de alto riesgo.
Con estas nuevas detenciones, la investigación policial alcanza ya un balance de 14 personas identificadas, de las cuales 10 han sido detenidas y 4 investigadas, todas ellas vinculadas a los disturbios que se produjeron durante el denominado “corteo”, el recibimiento habitual al autobús del equipo oviedista antes de los encuentros importantes.
Botellas, objetos contundentes y dos policías heridos
Los hechos se desencadenaron cuando un grupo numeroso de aficionados radicales, vinculados al colectivo ultra oviedista “Symmachiarii”, trató de romper el vallado de seguridad instalado en las inmediaciones del estadio. Según la investigación policial, los implicados golpearon y lanzaron objetos contundentes, entre ellos botellas de vidrio, contra los agentes desplegados para garantizar la seguridad del evento.
El ataque provocó que dos miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP) resultaran heridos, obligando a las fuerzas de seguridad a intervenir de forma contundente para repeler las agresiones y evitar que la situación derivara en un grave problema de orden público, tanto para el resto de aficionados como para los propios agentes.
Ultras desplazados desde Valladolid
Las pesquisas posteriores permitieron constatar que en los disturbios no solo participaron radicales locales, sino también miembros de la peña ultra “Valladolid 1984”, que se desplazaron desde la capital castellana hasta Oviedo. Ambos grupos mantienen una relación de “hermandad”, y según la Policía, se coordinan habitualmente para protagonizar episodios violentos en el contexto de eventos deportivos.
Este factor elevó el nivel de riesgo del operativo y refuerza la tesis de que los incidentes no fueron espontáneos, sino organizados con antelación.
Investigación compleja y análisis exhaustivo de imágenes
La investigación ha sido desarrollada por la Brigada Provincial de Información de Oviedo, en coordinación con la Comisaría General de Información, y ha requerido un minucioso análisis de vídeos e imágenes captados durante los incidentes.
Uno de los principales obstáculos para la identificación de los autores fue que muchos de ellos actuaron con el rostro cubierto o embozado, tratando de evitar su reconocimiento. Aun así, los investigadores lograron identificar sin ningún género de dudas a los tres nuevos implicados ahora detenidos, que han sido acusados de delitos de desórdenes públicos y atentado contra agente de la autoridad.
Tras prestar declaración en dependencias policiales, los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Oviedo, que se encarga de la causa.
Sanciones administrativas y veto a los estadios
Además de las actuaciones penales, todos los implicados han sido propuestos para sanción administrativa por infracción de la Ley 19/2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.
Estas sanciones pueden conllevar:
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Multas de hasta 60.000 euros, en el caso de infracciones graves.
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Prohibición de acceso a los terrenos de juego, una medida especialmente relevante para frenar la reincidencia de grupos ultras.
Compromiso contra la violencia en el fútbol
Desde la Liga de Fútbol Profesional se ha reiterado el compromiso firme con la erradicación de la violencia en el ámbito deportivo, subrayando que este tipo de comportamientos causan un grave daño a la imagen y reputación de los clubes, los jugadores y las propias competiciones.
Por su parte, la Policía Nacional recuerda que la lucha contra la violencia en el deporte es una prioridad estratégica, aplicando de forma efectiva las directrices de la Secretaría de Estado de Seguridad, tanto en la prevención como en la persecución de los delitos de odio y conductas violentas asociadas al fútbol.
Un mensaje claro
El avance de la investigación y el elevado número de detenciones lanzan un mensaje contundente:
los disturbios en el fútbol no quedan impunes, incluso cuando los autores tratan de ocultar su identidad o actuar en grupo.
Oviedo, el Tartiere y el propio fútbol español toman nota.
