La mayor búsqueda de identidad en la historia asturiana: más de 38.000 personas rastrean sus raíces para recuperar la nacionalidad

La mayor búsqueda de identidad en la historia asturiana: más de 38.000 personas rastrean sus raíces para recuperar la nacionalidad

La avalancha provocada por la Ley de Memoria Democrática desborda al Archivo Diocesano de Oviedo, convertido en el centro silencioso de un fenómeno global que ya supera el millón de solicitudes

Un continente entero buscando Asturias

Nunca antes tantos descendientes de emigrantes asturianos habían llamado a la misma puerta al mismo tiempo. Desde octubre de 2022, cuando entró en vigor la Ley de Memoria Democrática, más de 38.000 peticiones han colapsado el Archivo Histórico Diocesano de Oviedo en una carrera contrarreloj por localizar partidas bautismales, matrimoniales o de defunción que prueben un parentesco perdido en el tiempo.

Lo que comenzó como un goteo se convirtió en un torrente: hasta 450 correos en un solo día, decenas de llamadas diarias, voluntarios trabajando de lunes a domingo, sin vacaciones, revisando folio a folio un legado documental que arranca en el siglo XVI.

Hoy, este archivo —hasta hace poco un templo de silencio— es un centro neurálgico de la memoria global de la emigración asturiana.

Un fenómeno global sin precedentes: más de un millón de solicitantes en todo el mundo

La presión que vive Asturias no es un caso aislado. Es la consecuencia directa de una avalancha histórica que ha sacudido consulados, registros civiles y archivos eclesiásticos de medio mundo.

Cifras oficiales:

  • 1.000.000 de descendientes de españoles ya han solicitado la nacionalidad.

  • 1.300.000 están esperando cita en consulados de América, Europa y Asia.

  • 500.000 personas ya han obtenido la nacionalidad por esta vía.

  • Solo el 2% de las solicitudes han sido denegadas.

Lo que empezó como una ley para reparar injusticias históricas se ha convertido en una de las mayores oleadas de reclamación identitaria de la historia contemporánea española.

Asturias, destino de una búsqueda mundial

La emigración asturiana —intensa desde el siglo XIX y hasta bien entrado el XX— dejó huella en países como:

  • Cuba

  • Argentina

  • México

  • Chile

  • Venezuela

  • Estados Unidos

  • Filipinas

  • Panamá

  • Canadá

En todos estos países resuenan hoy los apellidos asturianos: González, Huerres, Cañal, Tamés, Allonca, Díaz, Rendón… nombres que sobreviven, a veces, solo en una esquela, un libro parroquial debilitado por el tiempo o un bautismo registrado con una tinta ya casi transparente.

La cara oculta de la avalancha: un trabajo inmenso, manual y artesanal

A diferencia de lo que muchos imaginan, los archivos eclesiásticos no están digitalizados masivamente. No basta con “pulsar un botón”.

Obstáculos que complican la búsqueda:

  • Más de 1.006 parroquias con libros de distintas épocas.

  • 56 parroquias cuyos fondos se perdieron por incendios, guerras, inundaciones o la Revolución de Octubre.

  • Libros sin índices: cada partida exige lectura manual del tomo completo.

  • Letras antiguas, abreviaturas y tintas degradadas.

  • Fechas imprecisas aportadas por los solicitantes.

  • Apellidos escritos de manera diferente (b/v, g/j…) o cambiados al emigrar.

  • Localidades repetidas: barrios con el mismo nombre en distintos concejos.

  • Registros civiles inexistentes antes de 1870.

El resultado es una investigación lenta, minuciosa, detectivesca.

Voluntarios contra el tiempo: un equipo que sostuvo lo insostenible

Detrás de cada partida encontrada hay horas de trabajo artesanal realizado por un equipo de menos de veinte voluntarios: profesores, estudiantes, obreros del metal, jubilados y jóvenes historiadores.

Trabajaron tres años sin descanso, incluso fines de semana y veranos.

Ellos fueron quienes frenaron el colapso total del sistema. La Diócesis asumió una carga que, según denuncian, no había previsto ninguna administración pública.

Datos que impresionan

  • 38.000 solicitudes recibidas.

  • 13.020 con información mínima suficiente para iniciar la investigación.

  • Más de 9.000 partidas encontradas.

  • 40-50 llamadas diarias durante meses.

  • 450 correos recibidos en un solo día.

  • 21 voluntarios sosteniendo tres años de avalancha documental.

Del papel a la emoción: historias que cruzan océanos

La mujer argentina que lloró al recuperar el nombre de su abuelo

Uno de los voluntarios localizó la partida a partir de una esquela de 1931. Cuando la nieta lo vio, se derrumbó emocionalmente.

Familias enteras buscando a la misma persona desde cuatro países distintos

Sí, ha ocurrido: varias ramas familiares, repartidas por el mundo, pedían la misma partida sin saber que estaban conectadas entre sí.

El fraude del documento del siglo XVII

Un estadounidense presentó un documento falsificado por un escribano colonial para justificar una filiación inexistente.
El archivo desmontó la historia.

El plazo ha cerrado, pero la avalancha continúa

Aunque el plazo legal terminó en octubre de 2024, miles de casos siguen abiertos. Peticiones incompletas, correcciones, apostillas y búsquedas que no se rinden siguen llegando.

La sensación es doble:

  • Orgullo, por haber hecho justicia con tantas familias.

  • Frustración, por la falta de apoyo institucional.

Análisis: por qué Asturias es un foco tan potente en la búsqueda de nacionalidad

Entre 1880 y 1950, Asturias vivió una de las emigraciones más intensas del norte de España:

  • Más de 300.000 asturianos partieron hacia América.

  • Muchos nunca regresaron.

  • Sus descendientes perdieron contacto documental con su origen.

Hoy, varias generaciones después, esa búsqueda vuelve con fuerza, impulsada tanto por la emoción como por la oportunidad de tener acceso al espacio europeo.

El archivo que unió al mundo con Asturias

El Archivo Histórico Diocesano de Oviedo se ha convertido en algo mucho más grande que un depósito de libros antiguos: es un puente emocional entre siglos, un lugar donde los nietos y bisnietos de la diáspora encuentran respuestas, raíces e incluso familia que desconocían.

Es, en esencia, una reparación histórica que devuelve dignidad, identidad y memoria a quienes un día tuvieron que partir.

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