¡Ay, fíos míos, qué vos voy decir! Estaba yo esta mañana tomando un culete de café, leyendo Asturias Mundial, y veo que andáis promocionando un viajecín a San Sebastián, a la Tamborrada y toa esa fiesta que tienen ellos, que debe ser un escándalu de guapa. ¡Pues oye! Que me entró la curiosidá y dije yo: “Balbina, ¿por qué no-y haces a la xente un platu d’esos que comíen los hostierros, pero a tu manera, como Dios manda?”
Y claro… ¡pa’ qué quiero más! Me puse mandada y aquí vos traigo un Marmitako de Merluza donostiarra con el toque mío, pa que vos chupéis los dedos hasta los codos.
Como decimos en casa: “El que nun arriesga, nun almuerza”. Y yo, arriesgar, arriesgo poco… pero comer, ¡coma yo lo que coma un día, nun lo come un mes una familia!
Marmitako de merluza a lo donostiarra con toque de la Abuela Balbina
Ingredientes (pa 4 persones bien fartucades)
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600 g de merluza fresca, cortada en tacos gordinos
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1 cebolla grande, bien picadina
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2 pimientos verdes
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1 pimiento rojo
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3 patates grandes, de les que dan cuerpo
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3 dientes de ajos, majadinos
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1 cucharadita de pimentón dulce
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1 chorrete de vino blanco (que sea bueno, nun seáis rancios)
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1 hoja de laurel
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1 cucharada de tomate concentrado
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Caldo de pescado hasta cubrir
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Sal y pimienta
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Aceite d’oliva virgen extra (del caro, que pa estas cosas lo merece)
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Un poquitín de perejil fresco pa rematar
Elaboración paso a paso (con truquinos de güela)
1. Sofríe con cariño, que eso se nota
Pones una pota amplia al fueu con un buen culín d’aceite. Añades la cebolla y los pimientos picados y los dejas sudar despacín, como cuando yo subo el Alto’l Caleyu, que voy tranquila pero segura.
2. Metemos el ajo y el pimentón
Cuando la verdura ya ta tierna, añades los ajos, mueves dos vueltes, y pones el pimentón con cuidadín, que se quema enseguida, otru tema que se fastidia.
3. Patates “triscadas”
Nun me seáis finos ni gilipollas de ciudad: las patates nun se cortan perfectinas, ¡se triscen!
Les metes el cuchillu y tiras pa romper, pa que suelten el almidón y espesen el caldo.
4. El vino blanco entra en acción
Echas un chorrín de vino y esperas a que evapore el alcohol, como hacía yo con el anís cuando preparaba les rosquilles pa fiestas.
5. Caldo caliente y a cocer
Cubres la pota con caldo de pescado, añades el tomate concentrado y la hoja de laurel.
Lo dejas cocer a fuego mediu hasta que la patata ta tierna pero sin desfacerse, que tampoco ye cuestión de hacer puré.
6. Ahora sí… ¡la merluza!
Cuando veas que les patates piden compañía, metes los tacos de merluza.
Deja cocer apenas 5 minutinos, que la merluza ye delicada como yo cuando me peino los domingos.
7. Reposa, menea, mima
Apartas del fueu y mueves la pota agarrándola por las asas, sin meter cucha la primera media hora.
Esto hace que el caldín se ligue y te quede gloriosu.
“Cómo quedar como Dios delante de la familia”)
Sirve el marmitako en plato hondo, echa perejil fresco picadín por encima y mételo al centro de la mesa.
Yo siempre digo: “Comida al centro, familia contenta”, y esto, fíos míos… esto triunfa.
Bueno, guapinos míos, que me marcho ya que tengo que tender la ropa y está’l día más raro que el tiempo en Tineo.
Si hacéis el platu, mandadme una foto, ¡que me hace ilusión!
Y si os sale malo… pues ye lo que hay, que yo la primera vez tampoco me salió como pa ganar un concursu.
Un besín grande de la Abuela Balbina, que ya sabéis que ahora me para la xente pola calle a saludarme… ¡y yo encantada!
A la bona hora, cielinos… hasta mañana, que vos traigo otru platu pa facer más felices que un gochu en un maizal.

