El Gobierno impulsa con 6.890 millones de euros el mayor programa de modernización militar en décadas. Indra, Escribano, Tess y Santa Bárbara concentrarán la fabricación y equipamiento de blindados en las plantas del Tallerón y Trubia
Asturias vuelve a sonar con fuerza en los despachos del Ministerio de Defensa. No por sus minas ni por su acero, sino por su acero blindado. El Principado será el epicentro de la nueva generación de vehículos de combate del Ejército español, con más de 1.300 unidades que se fabricarán, ensamblarán o equiparán entre el Tallerón de Gijón y la Fábrica de Armas de Trubia.
El impulso llega tras la aprobación del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y Defensa, mediante el cual el Gobierno ha liberado 6.890 millones de euros en préstamos directos sin intereses a las principales empresas del sector. El objetivo: modernizar las capacidades de las Fuerzas Armadas y reindustrializar territorios clave.
⚙️ El músculo de Indra, la ingeniería de Santa Bárbara y la precisión de Escribano
La gran beneficiaria de este nuevo mapa es Indra, que prepara el Tallerón de Gijón, adquirido a Duro Felguera, para convertirlo en su sede nacional de vehículos blindados terrestres (Indra Land Vehicles). La compañía invertirá más de 40 millones de euros en rehabilitar las antiguas naves, de 75.000 metros cuadrados, y generar unos 400 empleos directos y 1.000 indirectos, según fuentes del sector.
Indra asume en solitario la fabricación de 116 vehículos lanzapuentes (VCL) sobre ruedas —que servirán de apoyo a los blindados 8x8 “Dragón”— y participa en los programas de 34 vehículos anfibios de combate (VACIM) para la Infantería de Marina y en los dos grandes proyectos de artillería autopropulsada (ATP), tanto sobre ruedas como sobre cadenas.
A su lado, Escribano Mechanical & Engineering aportará sus sistemas de torre y sensorización, mientras el consorcio Tess Defence (integrado por Indra, Escribano, SAPA Placencia y Santa Bárbara Sistemas) asumirá la fabricación de 394 vehículos de apoyo a cadenas (VAC), de los cuales una parte saldrá de Trubia.
Por su parte, Santa Bárbara Sistemas – General Dynamics Land Systems concentrará en Trubia la renovación de los carros de combate Pizarro (225 unidades) y parte del montaje de los vehículos a cadenas del Ejército. También ha ofrecido a Indra una alianza para desarrollar conjuntamente el obús autopropulsado “Némesis” y el lanzapuentes “Anaconda”, ambos diseñados y fabricados en España.
Gijón y Trubia, polos de una nueva industria estratégica
El movimiento coloca a Asturias en una posición inédita: ser el gran centro de producción militar terrestre del país.
En Gijón, el Tallerón renacerá como un polo de ingeniería avanzada, con líneas de ensamblaje, pintura, electrónica, testeo de sistemas y un área dedicada a simulación táctica.
En Trubia, Santa Bárbara reforzará su papel como factoría principal del Ejército de Tierra, donde ya produce el VCR 8x8 “Dragón”, símbolo de la modernización militar española.
El plan estatal permitirá, según El País Negocios y La Razón, incrementar la producción nacional de blindados un 70 % en tres años y abrir las puertas a contratos internacionales dentro del marco OTAN – UE.
El consorcio Tess Defence, con sede operativa en España, se postula como proveedor de referencia europeo en vehículos blindados, con Asturias como centro neurálgico.
Inversión récord y horizonte laboral
Los 6.890 millones de euros aprobados por el Consejo de Ministros el pasado 15 de octubre se distribuyen entre los principales fabricantes de defensa, siendo Indra la que más fondos recibe por su papel en casi todos los programas.
Según fuentes consultadas por Asturias Mundial, más de 2.000 empleos podrían depender directa o indirectamente de los proyectos vinculados al Principado.
El impacto no se limita al sector militar: el tejido auxiliar asturiano —soldaduras, metalurgia, electrónica, software y transporte— también se verá beneficiado. “Es la primera vez en décadas que Asturias vuelve a producir a gran escala, con tecnología propia y alto valor añadido”, apuntan desde el Cluster Metalúrgico de Asturias.
Soberanía tecnológica y reindustrialización verde
Los nuevos blindados se diseñan bajo un principio de autonomía industrial y sostenibilidad energética, con motores híbridos, sistemas de mantenimiento predictivo y componentes reciclables.
Indra ha anunciado que su línea de Gijón incorporará robots colaborativos y digitalización integral de la cadena de montaje, convirtiéndola en la planta más avanzada de defensa terrestre del sur de Europa.
“Queremos que Gijón sea un centro exportador de vehículos y tecnología de defensa, no una planta auxiliar”, subraya Ángel Escribano, presidente ejecutivo de Indra.
De Asturias para Europa
El nuevo escenario deja un mensaje claro: Asturias se ha convertido en el corazón blindado de España.
En sus talleres se forjarán los vehículos que el Ejército de Tierra, la Armada y la OTAN utilizarán en las próximas décadas.
El acero que antes salía de sus minas regresa ahora en forma de tecnología, ingeniería y empleo.
En Gijón y Trubia, donde las sirenas de las fábricas sonaban a historia, vuelven a sonar a futuro.