Asturias se levanta: miles de personas exigen en Oviedo el fin del peaje del Huerna y claman “¡basta ya de pagar por salir y entrar a Asturias!”

Asturias se levanta: miles de personas exigen en Oviedo el fin del peaje del Huerna y claman “¡basta ya de pagar por salir y entrar a Asturias!”

La movilización reunió a unas 5.000 personas en el centro de Oviedo en una jornada histórica que unió a Gobierno, sindicatos, empresarios y ciudadanía en una sola voz contra un peaje que consideran injusto y contrario a las normas europeas.


Asturias habló alto y claro. Ayer, miles de personas salieron a las calles de Oviedo para exigir el fin del peaje del Huerna, en una manifestación que pasará a la historia por su amplitud, su transversalidad y su tono de unidad. Bajo el lema “Asturias unida. Fin al peaje del Huerna”, la capital del Principado se convirtió en el epicentro de una reivindicación que lleva más de dos décadas recorriendo la región: eliminar el pago en la autopista AP-66, la vía que une Asturias y León a través del valle del Huerna.

La marcha arrancó pasadas las cinco y media de la tarde desde la Estación del Norte y avanzó por la calle Uría hasta desembocar en la Plaza de La Escandalera, donde se leyó un manifiesto que apelaba a la igualdad territorial y denunciaba que Asturias “no puede seguir pagando por salir de su tierra”. El ambiente fue pacífico y multitudinario, con gaitas, pancartas y familias enteras que acudieron a reclamar lo que consideran un derecho: circular sin peaje por una vía amortizada hace años.

Una marea de apoyos inédita

La convocatoria partió de la Alianza por las Infraestructuras, una plataforma que agrupa a más de veinte organizaciones sociales, empresariales y sindicales. Entre los asistentes se encontraban representantes de la FADE, las cámaras de comercio, los sindicatos UGT y CCOO, y varios colectivos vecinales y transportistas. También acudieron miembros de todos los partidos políticos con representación en la Junta General del Principado, excepto Vox, que declinó participar.

Pero el gesto más simbólico lo protagonizó el presidente del Principado, Adrián Barbón, quien se mezcló entre los manifestantes y se declaró “un asturiano más defendiendo lo que es justo”. “He venido a dar la cara por Asturias”, proclamó. “En mi toma de posesión empeñé mi palabra con esta tierra, y por eso estoy aquí, junto a mi Gobierno, defendiendo a los ciudadanos que reclaman justicia. Asturias tiene todas las de ganar.

Barbón llegó a la manifestación tras participar en una reunión de la Alianza por las Infraestructuras, donde se trazó una hoja de ruta común para reforzar la presión política sobre el Gobierno central y acelerar la supresión del peaje.

Un peaje cuestionado por Europa

El debate sobre la AP-66 ha vuelto al primer plano tras el reciente dictamen de la Comisión Europea, que considera nula la prórroga de la concesión hasta 2050 por vulnerar las normas europeas de licitación pública. La autopista, gestionada por Aucalsa, debía haber revertido al Estado en 2021, pero en el año 2000 el Gobierno central amplió el contrato cincuenta años más sin nuevo concurso.

La decisión está ahora en manos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que deberá determinar si la prórroga fue o no legal. Si el tribunal da la razón a Bruselas, la concesión podría anularse y el peaje desaparecería. Mientras tanto, el Ministerio de Transportes ha descartado eliminarlo, alegando que el fallo todavía no es firme.

El Principado, firme frente al Gobierno central

El Ejecutivo asturiano mantiene un tono de firmeza. El consejero de Movilidad, Alejandro Calvo, replicó recientemente al ministro Óscar Puente que “las prioridades de Asturias las deciden los asturianos” y recordó que, mientras se resuelve el proceso judicial, el Estado podría bonificar al 100 % el peaje, lo que costaría unos 48 millones de euros anuales.

Pese a las discrepancias, Barbón aseguró que la comunicación con el Gobierno central “sigue abierta y fluida”, y que el Principado “seguirá defendiendo los intereses de Asturias por todos los cauces posibles”.

Un símbolo económico y emocional

Más allá de los datos, el peaje del Huerna se ha convertido en un símbolo de desigualdad territorial. Para muchos, es un obstáculo que encarece el transporte de mercancías, castiga a los trabajadores que viajan a diario y desincentiva la inversión. Los turismos pagan actualmente unos 15 euros por trayecto, lo que sitúa al Huerna entre los peajes más caros de España por kilómetro recorrido.

No es solo el dinero. Es la sensación de estar aislados del resto del país”, se escuchaba entre los manifestantes. Transportistas, estudiantes, empresarios y jubilados coincidían en un mismo mensaje: “Asturias no puede seguir pagando por salir de Asturias”.

Lo que viene ahora

El Principado mantiene su estrategia en tres frentes: jurídico, político y social. La vía legal ante el TJUE sigue abierta, mientras se refuerza la presión sobre el Gobierno de España y se consolidan las movilizaciones ciudadanas. De hecho, varios colectivos ya preparan nuevas concentraciones si el Ejecutivo central no da pasos en las próximas semanas.

A la espera de la sentencia europea, el Principado ha logrado poner sobre la mesa un debate que trasciende el dinero: el del trato justo hacia una región que, durante décadas, ha sentido que paga más por tener menos.

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