Los Encuentros Internacionales de Juventud de Cabueñes cierran su 43ª edición reivindicando la educación mediática y el pensamiento crítico como “vacunas” frente a la manipulación informativa.
La 43ª edición de los Encuentros Internacionales de Juventud de Cabueñes (KBUÑS 2025) ha concluido este fin de semana en Gijón con una idea clara: la desinformación es una epidemia contemporánea y la única forma de combatirla pasa por alfabetizar digitalmente a la sociedad y fomentar el pensamiento crítico entre los jóvenes.
El evento, que alcanzó el límite de aforo previsto, volvió a confirmarse como un referente internacional en políticas de juventud y participación ciudadana. Bajo el lema “Desinformación, redes y pensamiento crítico”, Cabueñes se consolidó una vez más como laboratorio de ideas donde jóvenes, técnicos y responsables políticos trabajan juntos para diseñar las herramientas del futuro.
El concejal de Relaciones Institucionales y Juventud de Gijón/Xixón, Jorge González-Palacios, lo resumió así durante la clausura:
“Los Encuentros reafirman la necesidad de reforzar la alfabetización mediática y el pensamiento crítico como pilares frente a la desinformación y los discursos de odio. Las conclusiones se trasladarán al Ministerio de Juventud para que tengan continuidad real”.
La desinformación, un enemigo barato y poderoso
Uno de los debates más encendidos fue el del Foro de Profesionales de Juventud, donde se coincidió en que la desinformación es barata de fabricar, pero carísima de combatir.
El periodista Stéphane M. Grueso lo expresó sin rodeos:
“La desinformación es muy fácil y barata de hacer. Hay empresas y sectores que destinan mucho dinero a ello”.
Desde Maldita Educa, su coordinador adjunto advirtió que los bulos “roban a los jóvenes su derecho a tomar decisiones informadas” y “les hurtan el derecho a vivir en democracia”.
El foro concluyó que la clave no está solo en informar, sino en conectar:
“No basta con hacer un cartel o publicar un vídeo. Hay que hablar su lenguaje y entrar en sus espacios. La clave no es informar a jóvenes, sino conectar con ellos”.
La “vacuna” es la alfabetización digital
Las mesas de debate sobre entornos digitales y protección de menores, con expertos como Cristina Gutiérrez, Nacho Guadix y Eva Herrero, coincidieron en un mensaje común:
“La vacuna contra la desinformación es la alfabetización digital”.
En ellas se abordó cómo los bulos influyen en decisiones políticas, sanitarias y sociales: desde los movimientos antivacunas hasta los discursos de odio o los relatos falsos sobre migración.
La escritora Belén Gopegui, invitada al encuentro, dejó una de las reflexiones más citadas del fin de semana:
“Es más difícil imaginarnos cosas que conocemos que cosas que nuestro cerebro inventa. Hay personas que no quieren saber la verdad, y debemos entender por qué”.
Laboratorios y talleres: aprender haciendo
Los laboratorios juveniles fueron el corazón del evento. En ellos, los participantes analizaron cómo se propaga la desinformación en redes sociales y cómo identificar las distintas tipologías de bulos.
Las conclusiones de los jóvenes fueron contundentes:
“Hay que ser críticos, verificar las fuentes y no difundir nada antes de estar seguros”.
Además, coincidieron en que los bulos sobre temas de salud son los más peligrosos, porque “la desinformación en salud repercute directamente en la vida de las personas”.
El Taller sobre desinformación y pensamiento crítico en la era de la inteligencia artificial, dirigido por el consultor Juan García, se convirtió en una de las sesiones más valoradas. Los asistentes destacaron su enfoque práctico y participativo, centrado en cómo pensar antes de compartir.
Por su parte, el Taller de Podcasting demostró que el pódcast se ha convertido en una herramienta clave para la comunicación juvenil. Los participantes concluyeron que no es solo un formato técnico, sino un espacio de identidad y empoderamiento. Además, el taller abrió un debate sobre la visibilidad de las mujeres en los medios: las participantes tendían a prepararse más, mientras que los hombres improvisaban con mayor seguridad, lo que sirvió para reflexionar sobre la autoexigencia y la desigualdad de género en la comunicación pública.
Un modelo único que vuelve a llenar Gijón
Con el aforo completo y una participación intergeneracional, Cabueñes 2025 ha reafirmado su condición de cita imprescindible en el calendario de juventud español y europeo. En palabras de su organización, se trata de un modelo “singular y participativo”, donde los jóvenes no son oyentes, sino protagonistas activos de las políticas que les afectan.
De sus conclusiones emana un mensaje compartido:
educar para pensar, pensar para decidir y decidir con información contrastada.
Cabueñes se despide hasta 2026 dejando tras de sí una certeza: la verdad también necesita defensores, y los jóvenes están dispuestos a serlos.