Marc Márquez reconquista el trono de MotoGP en Japón: el regreso más grande jamás contado

Marc Márquez reconquista el trono de MotoGP en Japón: el regreso más grande jamás contado

El piloto de Cervera vuelve a proclamarse campeón del mundo seis años después, tras una travesía de lesiones, operaciones y dudas que casi le retiran. En Motegi, el lugar de Honda, alcanzó su noveno título y séptimo en la clase reina.

 

En el deporte hay regresos, remontadas y milagros. Y luego está lo de Marc Márquez. El 28 de septiembre de 2025 ya forma parte de la historia del motociclismo y del deporte en general: el día en que el piloto español volvió a proclamarse campeón del mundo de MotoGP, 2.184 días después de su último título. Un círculo que parecía imposible de cerrar y que hoy brilla con la contundencia de su noveno campeonato mundial, el séptimo en la categoría reina.

De la gloria al abismo y vuelta

Su última corona databa de 2019. En 2020 llegó la pesadilla: una caída, cuatro operaciones en el brazo derecho, infecciones, recaídas y un bucle que le tuvo más cerca del quirófano que de los circuitos. Seis años de sufrimiento que él mismo resumía así, con lágrimas en los ojos tras la carrera de Motegi:
«Entré en un bucle en el que mucha gente me ayudó a salir, pero al final era un Marc contra Marc. Este Mundial ha sido el mayor reto de mi vida: estar en la gloria, tocar fondo y volver a subir».

La travesía incluyó momentos de desesperación con Honda, equipo con el que había construido su leyenda, y un arriesgado movimiento en 2024 al unirse a Gresini Ducati para empezar de cero. Un año después, en su primer curso con la Ducati oficial, la apuesta alcanza la cima.

El día de Motegi

A las 14:44 hora local, Marc Márquez cruzaba la meta del GP de Japón en segunda posición. Por delante, su compañero de equipo Pecco Bagnaia había firmado un fin de semana perfecto: pole, sprint y victoria. Joan Mir completaba el podio, el primero que lograba desde 2021 y, además, en la casa de Honda.

Pero el foco estaba en Márquez. Esa segunda plaza le aseguraba matemáticamente el título con cinco carreras aún por disputarse, una superioridad incontestable. Lo celebró en pista ondeando la bandera española, con la felicitación de todos sus rivales y con un emotivo vídeo proyectado en el circuito que le arrancó las primeras lágrimas del día. Acto seguido colocó su placa en la Torre de los Campeones de Motegi, el icónico monumento del campeonato.

“Más que un número”

En el box le esperaba la camiseta de la celebración, con un lema sencillo y rotundo: “Más que un número”. Porque su noveno título no es una cifra más en su palmarés, sino la consagración de un regreso deportivo sin precedentes. «Estoy en paz conmigo mismo», confesaba, visiblemente emocionado.

La tensión de Bagnaia

Aunque la carrera pareció controlada, hubo suspense. A diez vueltas del final, la Ducati de Bagnaia empezó a echar humo blanco, lo que hizo temer una rotura de motor o incluso una descalificación por seguridad. Finalmente ni la moto se paró ni los comisarios intervinieron, y el italiano pudo rematar su doblete. «Estoy contento, pero enfadado por no haber tenido estas sensaciones antes», dijo tras la meta, aludiendo a las últimas mejoras en su moto.

El resto del pelotón

El murciano Pedro Acosta, que llegó a rodar tercero en las primeras vueltas, se quedó sin neumáticos al final y acabó fuera de los puntos tras una salida de pista. Su lugar en el podio lo ocupó Mir. Cuarto fue Bezzecchi y quinto Morbidelli, mientras que Álex Márquez completó una sólida sexta plaza que refuerza su pelea por el subcampeonato frente a Bagnaia.

Una historia que trasciende al deporte

Más allá de los puntos, las matemáticas y las estadísticas, lo de Márquez trasciende. Ningún piloto en la historia reciente había logrado regresar al máximo nivel después de una sucesión tan dura de lesiones y cirugías. Con este título, se sitúa en la órbita de los grandes mitos de la velocidad, igualando y superando registros que parecían inalcanzables hace apenas unos años.

En la foto final de Motegi no solo está el campeón de MotoGP 2025. Está también el reflejo de un deportista que supo reinventarse, de un hombre que se negó a rendirse y de un regreso que ya se cuenta como el más grande jamás visto en el motociclismo.

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