Presunta violación en Gijón: una joven denuncia haber sido agredida sexualmente en el portal de su casa en Pumarín

Presunta violación en Gijón: una joven denuncia haber sido agredida sexualmente en el portal de su casa en Pumarín

La Policía Nacional mantiene bajo hermetismo la investigación, sin detenciones por el momento, mientras la víctima fue atendida en el hospital y se activó el protocolo de agresión sexual

 

La tranquilidad del barrio gijonés del Polígono de Pumarín se quebró en la medianoche del viernes al sábado, cuando una joven denunció haber sufrido una agresión sexual en el portal de su casa, en la calle Puerto de la Espina. El suceso, ocurrido sobre las 00.00 horas, ha causado enorme revuelo en la zona y mantiene en vilo a los vecinos, que aseguran que a esa hora “no había nadie por la calle”.

El ataque en el portal

Según la denuncia, la víctima fue seguida por un hombre cuando regresaba a su vivienda. Al llegar al portal, el individuo la empujó para acceder con ella al interior y allí la agredió sexualmente. Pocos minutos después, el presunto agresor huyó del lugar, antes de la llegada de la Policía.

Vecinos de la zona aseguran que no escucharon ni vieron nada extraño, pero sí fueron testigos del amplio despliegue policial que se concentró en torno al número 5 de la calle, con varias patrullas y una ambulancia.

Intervención policial y sanitaria

La Policía Nacional acudió de inmediato al aviso y activó el protocolo de agresión sexual. Una ambulancia trasladó a la joven al hospital, donde fue atendida por el equipo médico. Agentes de la Policía Científica recogieron ropa y diversas muestras biológicas en busca de huellas o restos de ADN que permitan identificar al agresor.

La investigación, bajo la Unidad de Policía Judicial, se mantiene en la más estricta discreción. No consta públicamente ninguna detención ni identificación oficial del sospechoso, por lo que la instrucción avanza con hermetismo y prudencia.

Un barrio en shock

El Polígono de Pumarín es una zona habitualmente tranquila y con poco tránsito a medianoche, lo que explica que ningún vecino presenciara el ataque. Sí se comenta el impacto posterior: la presencia de la policía y los servicios de emergencia, así como la preocupación por la sensación de inseguridad en un entorno residencial.

“Nos despertamos con el ruido de los coches y al mirar vimos un cordón policial. Nadie entendía qué pasaba”, relataba un vecino. Otra residente reconocía: “A esa hora no hay nadie en la calle; es escalofriante pensar que algo así pueda pasar aquí”.

Antecedentes en la ciudad

Este nuevo caso se suma al ocurrido hace unos meses en el entorno de Poniente, cuando una joven de origen francés denunció haber sido violada de madrugada durante la Semana Grande. Ambos sucesos han reavivado el debate sobre la seguridad en las madrugadas gijonesas y la necesidad de reforzar la prevención de agresiones sexuales.

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