El corazón de Gijón vivió este miércoles una escena de auténtico pánico. Una mujer perdió el control de su coche automático al arrancar tras haberlo dejado estacionado junto a un garaje y terminó invadiendo la acera de la calle Capua, a pocos metros de la plazuela de San Miguel, arrasando una terraza hostelera y dejando cuatro personas heridas. El estruendo del golpe hizo salir a los vecinos de sus casas y el suceso ha dejado daños materiales notables en la zona.

Un accidente que pudo ser una tragedia

El siniestro ocurrió sobre las 18:00 horas, cuando la conductora, que viajaba con su hija menor, puso en marcha el vehículo. Por causas que investiga la Policía Local, el coche, de transmisión automática, se descontroló y terminó empotrado contra las mesas y mamparas del establecimiento.

En cuestión de segundos, lo que era una tarde tranquila en una terraza del centro de Gijón se convirtió en una escena de confusión: sillas volcadas, cristales rotos, clientes intentando ponerse a salvo y los comerciantes de la calle saliendo al escuchar “un estruendo brutal, como una explosión”, según relataron testigos.

“Fue un milagro que no pasase algo mucho peor”, comentó un comerciante, mientras agentes acordonaban el cruce de Capua con Casimiro Velasco para facilitar el trabajo de los equipos de emergencia.

Los heridos y la respuesta sanitaria

El balance oficial confirma cuatro heridos:

• Dos mujeres que estaban en la terraza: una sufrió un golpe en la cabeza y dolor cervical; la otra, lesiones en un brazo.

• La conductora del vehículo: atendida por una crisis nerviosa y contusiones leves.

• Su hija menor: trasladada también por precaución tras el gran susto.

Todos fueron evacuados al Hospital de Cabueñes, aunque su estado no reviste gravedad. Además, otros dos clientes resultaron ilesos, al igual que la propia conductora tras recibir asistencia inicial.

Varias ambulancias, bomberos y patrullas de Policía Local y Nacional se desplazaron de inmediato. Durante más de una hora la calle permaneció totalmente acordonada, mientras los técnicos revisaban la estructura dañada y retiraban el vehículo.

Daños materiales importantes

El impacto no solo destrozó mesas y mamparas de la terraza: también afectó a la entrada del portal número 18 de la calle Capua, donde una de las puertas quedó seriamente dañada. El negocio hostelero permanece abierto, pero con parte de su instalación exterior inutilizada.

Los servicios municipales estudian si es necesario reforzar la seguridad del entorno antes de su reapertura completa.

Contexto y reacción vecinal

Los vecinos coinciden en que el accidente ha sido “un aviso de lo peligroso que puede ser perder el control de un coche automático en calles estrechas del centro”. La zona, una de las más transitadas de Gijón por su cercanía a la plazuela de San Miguel, vivió momentos de tensión.

“Salimos todos corriendo porque el ruido fue ensordecedor. Podía haber habido muertos”, confesaba un residente que ayudó a retirar mesas tras el atropello.

Aunque las investigaciones siguen abiertas, las primeras hipótesis apuntan a un error involuntario al iniciar la marcha.

Seguridad vial bajo la lupa

Este tipo de siniestros reabre el debate sobre las zonas de tráfico calmado en el centro de Gijón y la necesidad de reforzar la seguridad en terrazas que colindan con calzadas estrechas. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), los atropellos en entornos urbanos representan cerca del 40% de los accidentes graves en España.

En Asturias, este es el tercer atropello con terraza afectada en lo que va de año, aunque ninguno había tenido hasta ahora varios heridos simultáneos en pleno centro de una gran ciudad.