El hallazgo de tres maletas abandonadas en una quintana del tranquilo concejo de Soto del Barco ha destapado un caso que trae de cabeza a vecinos y autoridades. Los bultos, localizados a apenas unos metros del cuartel de la Guardia Civil, pertenecen a un joven de Badajoz cuya pista se perdió días atrás en Avilés.
Un hallazgo que despertó sospechas
Todo comenzó en la mañana del sábado, cuando varios vecinos de Llago y El Fondón se toparon con las maletas frente a una vivienda deshabitada. Al principio nadie le dio importancia: se pensó que serían de los nuevos propietarios de la casa, que residen en Extremadura. Pero al caer la tarde, viendo que seguían allí, el vecindario decidió avisar a los dueños a través de conocidos.
La sorpresa fue mayúscula: las maletas no eran suyas. Ante el desconcierto, optaron por dar parte al cuartel cercano de la Guardia Civil, que envió una patrulla.
Identificación del propietario
Los agentes abrieron el equipaje en busca de alguna pista y pronto comprobaron que pertenecía a un joven pacense cuya desaparición había sido denunciada ese mismo día en la Comisaría de la Policía Nacional de Avilés. La familia había alertado de que había perdido contacto con él y que había dejado de responder a las llamadas.
Búsqueda en marcha
Desde entonces, Guardia Civil y Policía Nacional trabajan conjuntamente para localizar al joven, que no figura como desaparecido “de alto riesgo”. Según fuentes policiales, no existen indicios claros de que su integridad corra peligro, aunque las circunstancias del hallazgo han despertado intriga y preocupación.
La familia del desaparecido se desplazó hasta Soto del Barco para recoger las maletas, mientras los investigadores recababan información en la zona. El revuelo fue inevitable en esta pequeña localidad costera: los vecinos, acostumbrados a la tranquilidad, observaban la escena entre la curiosidad y el desconcierto.
Una historia llena de incógnitas
Por ahora, el caso es un rompecabezas: nadie vio llegar al joven, ni sabe cómo acabó su equipaje frente a una casa cerrada. Las autoridades manejan toda la información facilitada por los familiares para reconstruir sus últimos movimientos en Avilés.
Mientras continúa la búsqueda, Soto del Barco se ha convertido en el escenario de una desaparición tan extraña como inquietante, con unas maletas convertidas en la única pista firme.