Un taxi se empotra contra un bar cerrado en Gijón tras chocar con una furgoneta: caos, ruido metálico y un milagro en El Coto

Un taxi se empotra contra un bar cerrado en Gijón tras chocar con una furgoneta: caos, ruido metálico y un milagro en El Coto

El vehículo derribó la persiana y parte de la fachada de un local cerrado en el cruce de Balmes y Granados. El conductor resultó herido leve y fue trasladado al Hospital de Cabueñes. La Policía Local investiga el siniestro, que pudo tener consecuencias fatales de haber habido peatones en la zona.

 

La tarde del jueves en el barrio gijonés de El Coto se vio sacudida por un estruendo metálico que hizo salir a los vecinos a la calle. A las 15:48 horas, un taxi quedó empotrado en el escaparate de un bar cerrado desde hace meses tras colisionar con una furgoneta de reparto en el cruce de las calles Balmes y Granados.

El impacto fue tan violento que el vehículo derribó la persiana metálica y arrancó parte de la fachada, invadiendo incluso la acera. La fortuna quiso que en ese preciso momento no pasara ningún peatón, lo que evitó una tragedia.

El operativo: SAMU, Bomberos y Policía Local

El conductor del taxi, herido leve, fue atendido por el Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) y trasladado al Hospital de Cabueñes. Efectivos de Bomberos acudieron de inmediato para apuntalar la fachada ante el riesgo de desprendimientos, mientras que la Policía Local acordonó la zona y se hizo cargo de las diligencias.

Según las primeras investigaciones, la furgoneta que subía por la calle Granados se habría saltado un “ceda el paso”, obligando al taxista a maniobrar bruscamente, lo que terminó con el vehículo incrustado en el local.

Un cruce peligroso y sin semáforos

El escenario del accidente no es ajeno a los vecinos: el cruce Balmes-Granados carece de semáforos, como otros puntos interiores del barrio, y es utilizado como vía de paso entre La Arena, El Bibio y Ceares. En la parte alta de El Coto ya se instalaron semáforos tras varios accidentes similares, pero esta intersección sigue sin regulación electrónica, lo que incrementa el riesgo cuando se circula rápido.

Escenas de impacto

Testigos relatan que el sonido fue estremecedor: “Parecía una explosión, salimos pensando que había estallado algo”, cuenta un vecino que vive frente al local. El taxi quedó con el morro incrustado en el interior, y la persiana colgando sobre la acera.

La imagen del coche atravesando el escaparate, el despliegue de patrullas y el cordón de bomberos mantuvieron cortadas varias calles durante más de una hora.

Balance

Pese a lo aparatoso del siniestro, solo hay que lamentar daños materiales y el traslado del taxista para valoración médica. La rápida intervención de los equipos de emergencia evitó males mayores y devolvió la calma a una zona que, según los vecinos, “lleva tiempo pidiendo más medidas de seguridad vial”.

El caso ha reavivado el debate sobre la falta de semáforos y señalización reforzada en cruces críticos de El Coto, mientras la Policía Local trabaja para esclarecer responsabilidades.

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