El siniestro, que obligó a cortar durante horas la autovía en plena operación retorno, dejó heridas graves a la madre y su hija adolescente, mientras el padre y el hermano resultaron ilesos.
La tranquilidad de un jueves de regreso de vacaciones se rompió de golpe en el kilómetro 108 de la autovía A-2, a la altura del pequeño municipio de Mirabueno (Guadalajara). Allí, en plena tarde-noche, el coche en el que viajaba una familia gijonesa colisionó violentamente contra un camión, desencadenando una escena de caos que obligó a movilizar un despliegue sanitario y policial sin precedentes en la zona.
En el turismo viajaban cuatro personas: la madre, de 53 años; su hija, de 16 (algunas fuentes apuntan 17); el padre y otro hijo. El impacto fue devastador: madre e hija quedaron gravemente heridas, atrapadas entre los restos del vehículo. La adolescente sufrió un fuerte traumatismo craneoencefálico y tuvo que ser evacuada en helicóptero medicalizado directamente al Hospital 12 de Octubre de Madrid. Su madre, también con lesiones graves en la cabeza, fue trasladada en una UVI móvil al mismo centro sanitario.
Mientras tanto, el padre y el otro hermano resultaron ilesos, aunque profundamente conmocionados por el violento accidente. Los equipos de emergencia —Guardia Civil, Bomberos de Sigüenza, sanitarios de urgencias y personal de mantenimiento de carreteras— trabajaron contrarreloj para excarcelar a las víctimas y asegurar la zona. La A-2 permaneció completamente cortada durante horas, con tráfico desviado por un paso alternativo, hasta que la circulación pudo restablecerse alrededor de las 2:30 de la madrugada.
Una mujer muy querida en Gijón
La noticia ha sacudido a Gijón, donde la madre es muy conocida: lleva años al frente de un céntrico comercio de moda que se ha convertido en punto de referencia para clientas fieles. La familia reside en el Alto del Infanzón y regresaba de unos días de descanso en plena semana de mayor intensidad en las carreteras, coincidiendo con el final de las vacaciones estivales.
“Es una persona muy querida, trabajadora, siempre atenta con todo el mundo. Estamos destrozados”, expresaban ayer algunos vecinos y clientas habituales del establecimiento, que siguen con preocupación las noticias sobre la evolución de madre e hija, ambas ingresadas en estado crítico.
Un verano negro en las carreteras asturianas
El suceso se suma a una cadena de tragedias viales que han golpeado a familias gijonesas en los últimos meses. En mayo, un joven de 18 años falleció en la parroquia de Cenero al empotrarse su vehículo contra otro turismo en la carretera de Trubia. En agosto, tres personas resultaron heridas en un violento choque en la Autovía Minera; y días después, un hombre de 67 años perdió la vida en la AS-19 (Gijón-Avilés) tras colisionar frontalmente contra un camión semirremolque en una curva de poca visibilidad.
Este último accidente, con dos víctimas graves y una menor de edad en estado crítico, ha reavivado el debate sobre la seguridad en carretera en plena operación retorno.
Por el momento, las autoridades no han revelado la causa exacta de la colisión. La Guardia Civil mantiene abierta la investigación mientras los familiares y amigos de las víctimas aguardan noticias desde el hospital madrileño, aferrados a la esperanza de una recuperación.