Vecinos de La Calzada se toparon de madrugada con el animal deslizándose por la calle Brasil. La Policía Local logró capturarlo y fue entregado al Parque de la Vida, desde donde advierten que no es un caso aislado: las serpientes están apareciendo en zonas urbanas de Asturias con más frecuencia.
La imagen parecía sacada de una película, pero ocurrió en Gijón. Sobre la una de la madrugada, los vecinos de la calle Brasil, en La Calzada, no daban crédito al ver cómo una serpiente de metro y medio de longitud reptaba tranquilamente por la acera. Entre la sorpresa y la alarma, avisaron a la Policía Local, que se presentó de inmediato.
Los agentes consiguieron capturar al reptil y meterlo en una bolsa, no sin dificultad, ya que se trataba de una serpiente de escalera: una especie común en la península ibérica, no venenosa pero capaz de morder con fuerza si se siente amenazada.
Un rescate nocturno y un traslado urgente
El animal fue entregado a Luis Laria, director del Parque de la Vida en Luarca, que se desplazó de madrugada para hacerse cargo de él. En los próximos días será liberado en una zona boscosa alejada de núcleos urbanos.
Laria advierte, sin embargo, que lo de Gijón no es un hecho aislado: “Estamos viendo cada vez más serpientes en entornos urbanos asturianos. Este verano ha habido avistamientos en Oviedo, Avilés y otros concejos. Es un fenómeno que irá a más”.
¿Por qué aparecen en la ciudad?
Expertos en fauna explican que las olas de calor y la sequía empujan a estos animales a buscar alimento y humedad fuera de su hábitat natural. La serpiente de escalera, que puede alcanzar hasta dos metros, se adapta con facilidad y puede encontrar refugio en jardines, solares abandonados, garajes o incluso portales.
Aunque no suponga un peligro mortal, su mordedura es dolorosa y puede infectarse, por lo que los especialistas recomiendan no intentar capturarlas nunca y llamar al 112 o a la Policía Local.
Una alarma que crece en Asturias
La presencia de una serpiente en plena calle de Gijón ha desatado la preocupación vecinal. “Nos quedamos helados, nunca imaginamos ver algo así en la acera de casa”, relataba una vecina que presenció la escena.
El incidente deja en el aire una advertencia: las serpientes están cada vez más cerca de nuestras casas. Y lo que anoche fue una expectación en La Calzada puede repetirse mañana en cualquier otro barrio asturiano.