Con 84 hombres por cada 100 mujeres, Letonia vive un desequilibrio demográfico que ha generado un curioso fenómeno social: empresas especializadas en ofrecer “maridos por una hora”, contratados para reparar casas, montar muebles o acompañar a eventos.
En Letonia, el desequilibrio de género se ha convertido en un hecho tan visible que ha transformado la vida cotidiana. Según las cifras oficiales, por cada 100 mujeres hay tan solo 84 hombres, un desajuste que coloca al país báltico entre los de mayor diferencia demográfica de Europa.
La consecuencia más llamativa es el auge de una profesión que en otros países suena a broma, pero que allí es un negocio consolidado: el “marido por una hora”.
Un servicio práctico, no romántico
Pese a lo que pueda sugerir el nombre, estos “maridos” no son acompañantes sentimentales. Su función es eminentemente práctica: desde montar muebles de Ikea, arreglar enchufes, pintar una pared o incluso acompañar a una mujer a un evento social en el que no quiere aparecer sola.
En Riga, la capital letona, varias empresas se dedican de forma exclusiva a este servicio. La demanda es tan alta que, en ocasiones, hay que reservar con semanas de antelación para contar con un “marido disponible”.
Un “paraíso” para los solteros, un reto para las solteras
El vídeo viral de la cuenta de viajes @stampbystamptravel resume la paradoja: Letonia puede parecer un “paraíso para los solteros”, con más mujeres que hombres y una oferta abundante para quienes buscan pareja. Sin embargo, para las mujeres letonas la situación es más competitiva y ha cambiado incluso las dinámicas sociales.
Este fenómeno también refleja cómo la demografía puede moldear aspectos tan concretos como el mercado laboral o los roles tradicionales, dando lugar a profesiones que en otros países serían impensables.
Una curiosidad con trasfondo social
Lo que empezó como un simple servicio doméstico se ha convertido en parte del paisaje urbano de Riga, tanto como sus calles adoquinadas o sus edificios de art nouveau. Y al mismo tiempo, el caso le sirve a los sociólogos para reflexionar sobre cómo el desequilibrio poblacional afecta directamente al día a día de un país.
Mientras tanto, los “maridos por una hora” siguen ampliando su agenda, confirmando que en Letonia la necesidad y la demografía han creado una de las profesiones más peculiares de Europa.