Asturias en fiesta: un fin de semana entre tradición, cultura y deporte

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Asturias en fiesta: un fin de semana entre tradición, cultura y deporte

Este fin de semana, Asturias se viste de fiesta. Desde la costa oriental hasta las montañas del occidente, la región acoge algunos de sus eventos más emblemáticos y esperados del año. La cita es con la historia, con las raíces, con la música tradicional y con el deporte al aire libre. Las celebraciones que se desarrollan estos días son reflejo del alma asturiana: alegre, hospitalaria y orgullosa de su identidad.

Los protagonistas de este festivo segundo fin de semana de agosto son tres grandes eventos que, cada uno a su manera, han traspasado las fronteras locales para convertirse en referentes nacionales e internacionales: el Descenso Internacional del Sella en Ribadesella y Arriondas, el Campeonato Mundial de Bateo de Oro en Navelgas (Tineo), y el Festival de Gaites “Villa de Xixón” en Gijón.

Descenso Internacional del Sella: tradición, deporte y fiesta a orillas del río

La fiesta más conocida de Asturias y una de las más singulares de España celebra este año su 87.ª edición. El Descenso Internacional del Sella, también conocido como “Les Piragües”, tiene lugar este sábado 9 de agosto entre Arriondas y Ribadesella. Declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional, este evento combina competición deportiva de primer nivel con una explosión de folclore, música, gastronomía y convivencia.

La jornada comienza desde primera hora con la multitudinaria concentración de aficionados en Arriondas. En esta edición se han inscrito más de 1.300 palistas provenientes de 25 países, en un total de casi 900 embarcaciones. A las 12:00, tras el famoso pregón y el disparo de salida, los participantes recorren los 20 kilómetros del río Sella en una prueba tan exigente como espectacular.

Pero más allá de lo deportivo, el Sella es una auténtica romería fluvial. Miles de personas acompañan la carrera desde los márgenes del río, en trenes especiales, en bicis, a pie e incluso en caravanas, mientras entonan el clásico “Asturias, patria querida” entre sidra y gaitas. La fiesta continúa por todo Ribadesella, donde los conciertos y las verbenas se prolongan hasta altas horas de la madrugada.

Es un evento que aúna generaciones y acoge a locales, asturianos de la diáspora y turistas, todos hermanados en una celebración que rebosa identidad astur.

Navelgas y el Mundial de Bateo de Oro: un pequeño pueblo con alma internacional

A más de 100 kilómetros al suroeste, en el concejo de Tineo, otro pueblo vive también su particular fiesta grande. Navelgas, conocido por su tradición minera, acoge el Campeonato Mundial de Bateo de Oro, una cita insólita que transforma este tranquilo rincón rural en epicentro de una competición tan curiosa como apasionante.

Durante toda la semana, más de 530 participantes de 23 países compiten para encontrar oro en las aguas del río Navelgas utilizando bateas, las tradicionales palas circulares. Pero lo más importante no es el metal precioso, sino el ambiente. En cada rincón del pueblo se respira emoción, compañerismo y cultura. Las calles se llenan de banderas, se celebran comidas populares, hay mercados artesanales, visitas guiadas al Museo del Oro y conciertos nocturnos para todos los públicos.

Este evento es mucho más que una competición: es un ejemplo de cómo una comunidad pequeña puede proyectarse al mundo sin perder su esencia. La implicación vecinal es absoluta, y muchos de los visitantes internacionales ya han convertido Navelgas en una segunda casa. Como dicen los propios organizadores: “Aquí no hablamos todos el mismo idioma, pero nos entendemos”.

Además, el bateo se ha convertido en una excusa perfecta para revitalizar el turismo rural y el patrimonio de la zona. El mundial no solo atrae participantes, sino también a cientos de visitantes que descubren la belleza del valle, su cocina casera, sus paisajes y el carácter acogedor de sus gentes.

Festival de Gaites en Gijón: 25 años al ritmo del alma celta

Mientras tanto, en la ciudad costera de Gijón, se celebra una cita imprescindible para los amantes de la música tradicional: el Festival de Gaites "Villa de Xixón", que este año alcanza su 25.º aniversario. Desde hace un cuarto de siglo, este festival rinde homenaje a la gaita asturiana y a los lazos culturales que unen a los pueblos celtas del mundo.

Durante seis días, la ciudad se convierte en un escenario sonoro donde se escuchan gaitas no solo de Asturias, sino también de Galicia, Escocia, Irlanda, Bretaña, y otras regiones hermanas. El festival acoge conciertos, pasacalles, desfiles, talleres, mesas redondas y actividades familiares.

Uno de los momentos más destacados fue la proyección del documental “Las gaitas conquistan Nueva York”, que narra cómo la música tradicional asturiana ha cruzado fronteras y emocionado en escenarios internacionales. También se celebró una gala especial en el Teatro Jovellanos, con la participación de reconocidos gaiteros y agrupaciones locales e internacionales.

El domingo, como broche final, se celebrará la ya tradicional Folixa Intercéltica, una comida popular y festiva en la Plaza del Parchís que reúne a músicos, vecinos y visitantes en un ambiente festivo y fraternal.

El festival no solo es una cita musical, sino también un símbolo de resistencia cultural y de renovación. En un mundo cada vez más globalizado, mantiene viva la llama de una tradición que evoluciona sin perder su raíz.

Un fin de semana para recordar

Asturias demuestra, una vez más, que su calendario estival está marcado por fiestas que no solo entretienen, sino que cuentan historias. Historias de río y de montaña, de mineros y marineros, de gaiteros y piragüistas. Cada rincón del Principado ofrece este fin de semana una experiencia distinta, pero con un mismo hilo conductor: el orgullo de ser asturiano.

Ya sea remando por el Sella, buscando pepitas de oro en Navelgas o bailando al son de la gaita en Gijón, este fin de semana invita a sumarse a la celebración. Porque en Asturias, las fiestas no son solo fechas en el calendario, son una forma de entender la vida: con pasión, comunidad y alegría.

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