Tres pirómanos desatan el miedo en Langreo con una oleada de incendios valorada en más de 10.000 euros

Tres pirómanos desatan el miedo en Langreo con una oleada de incendios valorada en más de 10.000 euros

La Policía Nacional y la Policía Local logran desarticular un grupo formado por un adulto y dos menores tras semanas de tensión vecinal en La Felguera

 

Contenedores calcinados, coches en llamas y trasteros reducidos a cenizas. Durante semanas, los vecinos de La Felguera vivieron con el miedo de que la noche trajera fuego. Hoy, ese temor comienza a disiparse tras la detención de tres personas —un adulto y dos menores de edad— por su implicación en una serie de incendios provocados que han dejado más de 10.000 euros en daños materiales.

Los hechos ocurrieron en zonas urbanas con evidente riesgo para la vida de los vecinos

La investigación comenzó en mayo, cuando se detectaron los primeros incendios en contenedores y vehículos. Tras una breve pausa, el fuego regresó en julio con nuevos episodios en distintos puntos de La Felguera. Fue entonces cuando la colaboración entre la Policía Nacional de Langreo-San Martín del Rey Aurelio y la Policía Local de Langreo se intensificó hasta lograr esclarecer el caso.

Una operación contra reloj

El 15 de julio, dos vehículos ardieron en Otero-Pando. La rápida intervención de la Policía Local permitió detener a un adulto implicado directamente en el suceso, al que posteriormente se le imputaron también los incendios de mayo. Ese mismo día, en La Pomar, dos menores fueron identificados cerca de otro foco de fuego: uno de ellos, con antecedentes por actos vandálicos, resultó ser autor de varios incendios en contenedores.

Una semana después, el 22 de julio, un nuevo incendio afectó a los trasteros de un edificio en el barrio de Pénjamo, esta vez causado por un vecino con antecedentes de conflictos en la comunidad. Con este último caso se completa la cadena de actos vandálicos que mantenía en vilo a la población.

Cuatro vehículos calcinados, varios contenedores destruidos y desperfectos en un edificio residencial componen el rastro de destrucción

Cierre de un capítulo negro

Los daños materiales no son el único saldo de esta oleada de fuegos. “El riesgo para la seguridad de los vecinos fue real”, señalan fuentes policiales. Todos los incendios se produjeron en zonas residenciales, con posibilidad de afectar a viviendas habitadas.

Gracias a la actuación conjunta de los cuerpos de seguridad, se ha logrado imputar responsabilidades penales y civiles a los presuntos autores, lo que permitirá reclamar la reparación de los daños, así como reforzar la vigilancia en puntos sensibles del municipio.

Dejar un comentario

captcha