La federación socialista asturiana celebrará en Pola de Siero la constitución de su órgano interno más amplio, sin fisuras con Ferraz, pero exigiendo medidas firmes para preservar la credibilidad del partido
Este sábado, la Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE) reunirá por fin en Pola de Siero su comité autonómico, el máximo órgano de decisión interna entre congresos, con Adrián Barbón a la cabeza. Se trata de la primera convocatoria de este órgano desde el último congreso regional celebrado en enero en Avilés, y llega en un momento político especialmente sensible: el escándalo por el caso Santos Cerdán, que ha provocado una auténtica sacudida en el seno del PSOE.
Sin ruptura con Ferraz, pero con el foco puesto en la credibilidad
Desde la dirección de la FSA se prevé una posición oficial de respaldo a Pedro Sánchez y a las medidas ya anunciadas por el presidente —auditoría interna, dirección colegiada temporal y comparecencia en el Congreso—, pero con una clara exigencia de contundencia ante la corrupción. Barbón ha evitado en público cualquier matiz crítico con Sánchez, pero en círculos internos del partido sí existe preocupación por el posible desgaste de imagen del PSOE de cara a las elecciones autonómicas y municipales de 2027.
“Si alguna vez percibo que el partido quiere encubrir un caso de corrupción, me iré”, ha advertido Barbón en recientes declaraciones, subrayando su tolerancia cero y su “repugnancia” ante cualquier indicio de prácticas ilegales.
La FSA busca blindarse sin fracturas
Aunque no se espera una discusión abierta ni enfrentamientos en Pola de Siero, el encuentro servirá para ordenar una postura clara del socialismo asturiano en medio de un clima enrarecido en el partido a nivel nacional. Según fuentes del entorno socialista consultadas por Asturias Mundial, la FSA quiere:
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Reforzar la figura de Sánchez como garante de la estabilidad institucional.
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Pedir rapidez en las investigaciones internas y en las decisiones disciplinarias.
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Exigir que la imagen de regeneración cale en la ciudadanía y no se quede en una declaración de intenciones.
El temor electoral de fondo: Andalucía y 2027
El caso Cerdán ha golpeado el corazón del aparato socialista. Su dimisión como diputado y de la militancia, tras ser vinculado por la Guardia Civil con el cobro de comisiones irregulares, ha sido uno de los episodios más duros que ha afrontado el PSOE desde la época de los ERE.
Sánchez ha optado por la resistencia y ha rechazado cualquier adelanto electoral, insistiendo en agotar la legislatura y en mantener su agenda. Sin embargo, en numerosas federaciones, incluida Asturias, existe el temor de que los comicios de 2027 puedan convertirse en un plebiscito nacional sobre su liderazgo.
Las elecciones andaluzas de 2026 serán, según admiten incluso cargos de Ferraz, una prueba de fuego para medir el impacto real de esta crisis en el electorado socialista.
Claves para entender lo que está en juego
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El comité autonómico que se celebra este sábado es el órgano interno más amplio de la FSA, con representación territorial y política de toda Asturias.
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Aunque no hay debate previsto sobre dimisiones o mociones, sí se prevé una posición firme sobre regeneración democrática.
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En paralelo, el Comité Federal del PSOE se celebrará el 5 de julio en Sevilla, donde Sánchez deberá enfrentarse a las inquietudes internas de varias federaciones que reclaman una respuesta más contundente.
¿Qué dice Barbón?
Adrián Barbón ha dejado clara su posición:
“La corrupción me repugna. No puedo soportarla. Y si alguna vez tuviera la más mínima sospecha de que alguien intenta taparla, lo denunciaré”.
En Asturias, donde el PSOE conserva un elevado grado de confianza institucional, la estrategia pasa por blindar la imagen del partido antes de que el escándalo nacional haga mella en los próximos ciclos electorales.