Dos mil docentes paran las aulas y marchan en Oviedo tras unas declaraciones del presidente que encienden la protesta: “No olvides quién te educó”

“No olvides quién te educó”. La frase la sostenía ayer un niño, de pie con ayuda de su madre, entre una marea de camisetas naranjas que se desplegó desde la Plaza de España hasta la Junta General del Principado. Fue el mensaje más compartido, más fotografiado y más comentado de la masiva manifestación del profesorado de la enseñanza concertada en Asturias, donde la indignación superó con creces la barrera de lo sindical para convertirse en una protesta de calado político.

El detonante fue una frase del presidente del Principado, Adrián Barbón, que esta semana declaró que los profesores de la concertada “no son empleados de la Administración”. Una afirmación que muchos interpretaron como un desprecio directo al trabajo docente, y que provocó una de las mayores movilizaciones del sector en los últimos años: 2.000 personas, según la Policía Nacional, y un seguimiento de huelga del 90 % de la plantilla, según los sindicatos convocantes OTECAS, USO y FSIE.

"Le importamos tan poco que ni se sabe la ley"

La manifestación se abrió con una potente imagen: un bote con humo naranja en manos de un docente frente a la Consejería de Educación. El color, símbolo del sector concertado, cubría una plaza abarrotada de profesores, alumnos y familias. “Le importamos tan poco que ni se sabe la ley”, gritó uno de los manifestantes al referirse a Barbón. En el ánimo general flotaba la sensación de estar siendo relegados por una administración que sí ha cerrado recientemente un acuerdo con los sindicatos de la enseñanza pública.

“Somos la otra mitad del sistema educativo, y Barbón debería saberlo mejor que nadie: se educó en un colegio concertado, el extinto San José de Sotrondio”, recordaban pancartas y altavoces.

Los más olvidados: sin subidas salariales desde 2005

La huelga, que paralizó parcialmente decenas de colegios concertados asturianos, denuncia una situación que los sindicatos califican como “insostenible”:

• Complemento autonómico congelado desde 2005

• Asturias, la comunidad con menor nivel de equiparación salarial con respecto a la pública

• Ratios más altas, menos recursos y sin personal de apoyo

“Soy mileurista después de 26 años en un aula con 30 adolescentes”, denunció David Jiménez, del colegio Virgen Reina de Gijón. “Solo pedimos justicia”, añadía Jorge Alonso, del colegio Loyola de Oviedo, subrayando que los problemas estructurales de la educación pública son compartidos por la concertada, pero con menos respaldo institucional.

Una negociación desigual

La protesta se produce apenas tres días después de que el Gobierno del Principado alcanzara un acuerdo con los sindicatos de la enseñanza pública, en el que se pactaron mejoras salariales, reducciones de jornada y otras medidas de conciliación. Para los docentes concertados, esa firma ha sido la gota que colma el vaso: sienten que se profundiza una brecha cada vez más injusta.

“El Gobierno negocia con unos y ningunea a otros. ¿Dónde está la igualdad que exige la Constitución?”, se preguntó en su intervención José Manuel Cueto, secretario general de OTECAS.

Incidente en la Junta: desalojados

El punto culminante de la jornada llegó cuando un grupo de docentes asistió como público al pleno de la Junta General. Durante la intervención de Barbón en el turno de preguntas, varios docentes interrumpieron con abucheos, lo que provocó que el presidente del Parlamento, Juan Cofiño, ordenara su desalojo inmediato del hemiciclo.

“O no sabe que nos paga el Principado y debe dimitir por incompetente, o ha mentido a la ciudadanía”, denunció José López Sela, de FSIE, aludiendo al rol que sí tiene la administración en el pago de salarios a la concertada.

Próxima parada: jueves 19 de junio

La protesta de ayer no será la última. Los sindicatos ya han convocado una gran manifestación para el próximo jueves, 19 de junio, y esperan que la recién nombrada consejera de Educación, Eva Ledo, los reciba para abrir un nuevo marco de negociación.

“No vamos a parar. Porque educar no puede ser una batalla por sobrevivir”, sentenció Gonzalo Menéndez Pelayo, secretario general de USO.

La marea naranja ha despertado. En el corazón de Oviedo, cientos de docentes alzaron la voz para recordar que su labor también construye futuro. Y que no se les puede seguir ignorando.