Asturias tropieza en el arranque de su red de 0-3 años: protestas por la improvisación en Les Escuelines

Asturias tropieza en el arranque de su red de 0-3 años: protestas por la improvisación en Les Escuelines

La primera huelga en las nuevas escuelas infantiles autonómicas refleja una crisis mayor en el sistema educativo asturiano

 

Asturias quiso ser pionera y ha terminado tropezando. El prometedor proyecto de una red pública de escuelas infantiles autonómicas, conocidas como Les Escuelines, ha arrancado con el pie izquierdo. Apenas nueve meses después de su lanzamiento oficial, el colectivo de educadoras protagoniza ya su primera huelga, exigiendo lo que, paradójicamente, debería haber sido el punto de partida: certezas, condiciones laborales dignas y planificación.

Este miércoles, cientos de educadoras se concentraron frente a la Consejería de Educación en Oviedo. Corearon mensajes de indignación —«Lo pedimos todo porque no tenemos nada», «Educamos, no guardamos», «0 a 3 educativo es»— y denunciaron una situación que, a su juicio, refleja una preocupante falta de preparación del Gobierno del Principado. El nuevo modelo educativo, que debía integrar gradualmente las escuelas municipales en una red pública, carece aún de elementos básicos: decreto de funcionamiento, negociación colectiva, criterios de contratación y garantías de estabilidad.

La red de Les Escuelines arrancó oficialmente en septiembre de 2024 con la integración de 31 escuelas en 30 concejos, y está previsto que se extienda a todos los municipios antes de 2027. Sin embargo, las representantes sindicales de CSIF, UGT y CCOO denuncian que más de 200 educadoras siguen con sus puestos "en el aire", sin haber sido estabilizadas por los ayuntamientos ni absorbidas con garantías por el Principado.

“Todo se ha hecho a ciegas”, denuncia Laura González, portavoz del CSIF. “No sabemos cuál será nuestro convenio, nuestras funciones, ni si vamos a tener continuidad. Lo único que sabemos es que empezamos en septiembre y seguimos sin información concreta”.

El descontento no es un caso aislado. La huelga en Les Escuelines se suma a un curso escolar marcado por la tensión entre el profesorado y el Principado, que culminó en marzo con la dimisión de la consejera Lydia Espina tras semanas de protestas por las condiciones laborales en la educación pública. Las Escuelines, planteadas como el proyecto estrella del Ejecutivo para universalizar el acceso a la educación infantil, corren ahora el riesgo de hundirse si no se corrigen sus fallos de diseño desde el primer minuto.

Los sindicatos han anunciado nuevas jornadas de huelga los días 19 y 20 de junio y una más el 4 de septiembre, coincidiendo con el inicio del curso, si no se produce una negociación seria. Piden no solo el reconocimiento de su labor como educadoras —y no meras cuidadoras—, sino que se sienten las bases de un sistema robusto, equitativo y duradero.

“Estamos viendo cómo se repite el mismo patrón: proyectos lanzados con prisa, sin base legal clara, sin diálogo con quienes van a ejecutarlos, y luego vienen los parches”, denuncia Laura Pérez, de UGT. “Queremos sentarnos a construir de verdad, no a apagar incendios”.

Les Escuelines debían ser una solución estructural al acceso desigual al ciclo 0-3 en Asturias. Hoy, para muchas profesionales, se han convertido en otro síntoma de una política educativa que acumula promesas sin planificación, y reformas sin escucha.

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