El ataque se produjo junto a la zona donde ya hubo incidentes en febrero y marzo | Ganaderos denuncian que el plan de control del lobo no se está cumpliendo y exigen medidas urgentes
Un nuevo ataque de lobos a plena luz del día ha sacudido la tranquilidad de Navelgas (Tineo). Este domingo, dos cánidos sembraron el pánico en una finca con 14 ovejas: seis murieron y otras cuatro resultaron malheridas, dos de ellas de gravedad. El propietario del rebaño, Santiago de Bernalda, de Trespando, relata con impotencia que un vecino fue testigo del suceso y logró grabar a los lobos mientras huían de la finca. “Por la noche las tengo siempre guardadas, y si en el único momento en el que están fuera pasa esto…”, lamenta.
El ataque ocurrió en las inmediaciones de la zona donde ya se habían registrado episodios similares en febrero y marzo. “Parecía que se había relajado la presión, pero han vuelto a las andadas”, añade el ganadero.
Pero esta vez, el suceso ha vuelto a abrir un debate candente: la tensión creciente entre la protección del lobo ibérico y la supervivencia de la ganadería extensiva en Asturias.
Más de 3.200 ataques en un año: el coste de convivir con el lobo
Según datos del Gobierno asturiano, solo en 2024 se registraron 3.257 daños al ganado provocados por depredadores, la mayoría atribuidos al lobo. Las indemnizaciones a ganaderos ascendieron a 1.538.028 euros, casi el doble que el año anterior (96 % de aumento).
A pesar de esta escalada, ganaderos y sindicatos agrarios denuncian que el plan de gestión del lobo no se está aplicando con eficacia, y que los ataques siguen siendo constantes, incluso en zonas próximas a núcleos urbanos y servicios públicos. En marzo, la Unión Rural Asturiana (URA) alertó de ataques “junto al colegio y al centro de salud” de Navelgas, calificando la situación de “inaceptable” y con riesgos para la población.
Un plan aprobado, pero sin resultados visibles
La indignación del sector rural contrasta con la normativa publicada en el BOPA, que autoriza la extracción de hasta 53 ejemplares de lobo entre enero de 2025 y marzo de 2026. El objetivo es equilibrar la conservación de la especie —incluida desde 2021 en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial— con la protección de los rebaños.
Sin embargo, URA ha exigido una reunión urgente con la Consejería de Medio Rural para conocer cómo se está ejecutando ese plan, al tiempo que reclama “una política clara de control y prevención, y no simples indemnizaciones tras el daño hecho”.
¿Convivencia imposible?
El caso de Navelgas no es aislado. En zonas de montaña y valles ganaderos, como los concejos de Tineo, Aller o Cangas del Narcea, muchos pastores denuncian que se están viendo obligados a abandonar el pastoreo tradicional, desbordados por los ataques y la burocracia para reclamar ayudas.
“Queremos seguir conviviendo con la fauna, pero no a este precio”, resume Santiago de Bernalda, que ahora deberá recuperar lo que queda de su rebaño con incertidumbre y miedo a nuevos ataques.